El año 2016 se terminó, y muchas personas se quedaron con la sensación de que no lograron realizar lo que pretendían. Otras, con el corazón pesado, comenzaron el 2017 pensando en las situaciones que las entristecieron. Sin embargo, independientemente de cómo terminó el año y de cómo comenzó el otro, la Palabra de Dios es enfática al determinarle a usted:
No recordéis las cosas anteriores ni consideréis las cosas del pasado. He aquí, hago algo nuevo, ahora acontece; ¿no lo percibís?. Isaías 43:18-19
Ahora, le resta a usted hacer lo mismo: olvídese de todo lo que quedó atrás, comenzando por el auto perdón. O sea, perdónese por todo y perdone a todos los que lo maltrataron. Abandone en el cesto de basura del año que terminó todas las ataduras de las tinieblas que lo atan. Rencores, dudas, malos pensamientos, malos ojos y todo lo demás que aún lo ata al pasado, sea un pasado reciente o no.
“No recordéis las cosas anteriores ni consideréis las cosas del pasado.” En otras palabras, usted no debe estar lamentándose por lo que hizo o dejó de hacer, ni debe estar culpándose o culpando a alguien por algo que sucedió. Deje de considerar las cosas que ya pasaron y mire al objetivo, que está delante de usted.
Solo quedan 363 días para que el año 2017 se termine. Sin embargo, son 363 nuevas oportunidades para recomenzar. Por eso, comience hoy mismo a determinar cómo serán los próximos días.
El Señor hace algo nuevo y mayor diariamente, pero Él pregunta: “¿no lo percibís?” Para percibir lo bueno que el Todopoderoso ha hecho es necesario tener buenos ojos y, sobre todo, fe. Los buenos ojos nos hacen ver con la misma perspectiva de Dios, y la fe nos hace alcanzar lo que vemos.
Por lo tanto, si ahora mismo usted determina y pasa a tomar actitudes que muestren su fe, no tengo ni la menor sombra de duda de que el 2017 será el año de su vida, ¡¡¡y que VA A SER EXTRAORDINARIO!!!
Colaboró: Jaqueline Corrêa