«Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: “Hijo, ve, trabaja hoy en la viña”. Y respondiendo él, dijo: “No quiero”; pero después, arrepentido, fue.
Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo: “Yo iré, señor”; y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron: El primero. Jesús les dijo: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el Reino de Dios antes que vosotros». Mateo 21:28-31
El arrepentimiento no es sentimiento, sino obediencia a la Palabra de Dios
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