Junto al Templo de Salomón se deja ver una construcción más pequeña pero no por eso menos importante, el Cenáculo, un museo que busca rescatar la historia de los Templos originales de Jerusalén y del Tabernáculo, con recursos interactivos de última generación en diferentes itinerarios de visita, orientados por guías que hablan varios idiomas.
El recorrido muestra todas las etapas de la construcción del Templo de Salomón en San Pablo, con diseños y maquetas que explican, de forma accesible, aspectos como la preocupación por el medio ambiente, hasta su finalización. En el centro, bajo la gran cúpula, hay una maqueta del Tabernáculo y réplicas de los artefactos usados en él y en los Templos, que ayudan a hacer que el visitante se sienta en los tiempos bíblicos.
Alrededor, las 12 columnas del edificio simbolizan las Tribus de Israel, con descripciones de cuán esenciales fueron en la formación del pueblo de Dios.
Por su parte, el domo del Cenáculo no está relacionado directamente con el Domo de la Roca (un monumento islámico), en Jerusalén, sino con lo que está debajo de él. El techo redondo simboliza todo el Monte Moriah, donde Abraham subió para ofrecer a Isaac como sacrificio y el lugar en el que fueron levantados el Templo de Salomón original y el segundo Templo.
Toda la estructura de la réplica del Templo de Salomón en San Pablo es para que las personas puedan volver a los tiempos bíblicos y absorber la fe pura, que atrae a Dios y trae resultados, sin la contaminación religiosa.
Cuando las personas visiten el Cenáculo en el Templo, podrán entonces entender que la verdadera historia del pueblo de Israel no está relacionada al domo dorado, sino a lo que está debajo de él.
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