Hace algunos años, Macarena, repentinamente, enfrentó un problema de salud que preocupó a su familia. Ella recuerda: «Un día me sentí muy mal, tenía fiebre, dolor de garganta y no sabían qué me pasaba. Empecé a hablar mal, a cambiar las palabras de lugar, quería decir una palabra y decía otra. Cuando me hicieron los estudios, quedé internada en ese mismo momento. En la tomografía observaron mucha sangre en mi cerebro, era un ACV hemorrágico. La doctora dijo que tenían que operarme o permanecer en ese estado, porque en la cirugía también corría el riesgo de quedar hemipléjica o ciega».
Para su madre, Lucía, el diagnóstico fue devastador. «Los médicos me habían dicho que el cuadro era peor de lo que imaginaban», relata con lágrimas en los ojos y agrega: «Para realizar la operación había que esperar que su cerebro se desinflamara. En ese momento, el Espíritu Santo me sostuvo. Hablé con Dios y Le dije: “Vos me diste una hija sana y yo la quiero de vuelta sana”».
“Lo que Macarena tuvo fue un hematoma intraparenquimatoso frontal izquierdo con volcado intraventricular secundario a micromalformaciones y fístula arteriovenosa.” Dra. Marta Mellian, Médica clínica, MP 230366 – MN 133409
FE ANTE LA ADVERSIDAD
La joven asegura que, cuando recibió el parte médico, «sabía que Dios podía hacer un milagro». Por eso, su mamá y su hermana fueron a la Iglesia Universal a pedir por ella, y, así, la sanidad sobrenatural finalmente llegó. «La sangre que había en mi cerebro empezó a reabsorberse. Me hicieron una angiografía y descubrieron que no tenía absolutamente nada, ni una gota de sangre. El jefe de neurología me dijo: “No tenés nada”», señala.
Lucía recuerda: «Le di las gracias a Dios. Los médicos no entendían qué había pasado. Una doctora me dijo: “Tuviste un ángel” y yo le respondí: “No, tengo un Dios grande”».
Macarena hoy vive muy feliz. «Estoy sana y no me quedó ninguna secuela. Todo fue gracias al Espíritu Santo», asegura.
Por último, su madre deja una invitación: «Les aconsejo a las personas que están sufriendo por algún problema de salud que se acerquen a la Iglesia Universal lo más pronto posible para buscar a Dios. Su vida va a cambiar como cambió la nuestra».
Ella asisten a la Iglesia Universal ubicada en Lorenzo López 554, Pilar.
¿Cómo actuar frente a un ACV?
El Accidente Cerebro Vascular (ACV) es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad. Ocurre cuando una arteria cerebral se ocluye o se rompe. Se trata de una emergencia médica y se debe concurrir a una institución para su inmediata atención. No hay que medicarse o ir a descansar. El tiempo es clave: cada minuto cuenta.
Fuente: lagaceta.com.ar
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio, como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.