El Día de la Madre se celebra en todo el mundo en distintas fechas, pero la mayoría de los países lo han anclado el 12 de mayo, entre ellos, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
Por ese motivo, el obispo Edir Macedo dejó un mensaje que quedó marcado en la vida de muchos hijos, que decidieron conmemorar esa fecha especial, no solamente al lado de su progenitora sino al lado del Padre celestial, en la reunión realizada en el Cenáculo de Santo Amaro, en San Pablo.
El responsable del trabajo de la Iglesia Universal en el estado, obispo Jadson Santos, comenzó la concentración clamando por la familia. El obispo llevó al altar la declaración de una fiel de la Iglesia que se identificó como Adriana, una madre, que luchó por su hija Mayumi, quien se había involucrado con un traficante y cuyo comportamiento estaba influenciado negativamente por él. “Llegué a estar 2 meses sin siquiera mirar a mi madre. Había agresión e insultos. Hoy, ella es mi mejor amiga, mi interior se transformó”, contó la hija, agradeciendo por el empeño de su madre en buscar en Dios por ella (foto).
“La Biblia cuenta que Agar era una madre que estaba desesperada en el desierto (lea Génesis 21:14). Cuando ella encontró un pozo, su sed terminó. De la misma forma sucede con usted, madre. Si usted ve la fuente, que es el Espíritu Santo, tendrá fuerza, confianza, va a encontrar fuerzas para sustentar su casa. Además, el día de la madre es todo el día. Por eso, hijo, no sirve desconsiderar a su madre todos los días y respetarla sólo hoy”, alertó el obispo, antes de orar por todas las madres.
En seguida, el obispo Edir Macedo continuó el encuentro, acentuándole a los presentes la importancia de escoger el camino correcto a seguir, es decir, de acuerdo con los preceptos divinos. “La Biblia enseña el camino de la vida. Y Dios nos ha dado el derecho de escoger. Podemos optar por el bien o por el mal, eso es un derecho personal de cada individuo, sea pobre o rico, instruido o no. Sea quien sea, todos tienen el poder en sus manos de hacer su elección, todos.”
Otro detalle importante dejado por el obispo Macedo a los fieles, fue acerca de la consciencia de que tal derecho está acompañado de una responsabilidad. De esta forma, las elecciones podrán tener consecuencias positivas o negativas, eso dependerá de la opción de cada ser humano. “La Biblia enseña que no hay maldición sin causa. De esa forma, cuando Dios dice que el salario del pecado es la muerte, Él no está queriendo que usted sea absolutamente perfecto, Él está mostrando que si su elección fuera injusta, pecaminosa, errada, usted va a cosechar maldición. Y esa maldición es fruto de la desobediencia a la Palabra de Dios. Lo cual significa que la maldición tiene una causa, ésta es la desobediencia, la bendición también tiene una causa, que es la obediencia”, explicó.
Practicar algo solo por practicarlo consiste solamente en religión, y ésta no salva a nadie. De acuerdo con el obispo, la fe cristiana es algo inteligente, que no tiene nada que ver con la religiosidad, sino con escuchar y, de hecho, ejecutar la Palabra de Dios. “Muchos quieren el bautismo en el Espíritu Santo y no lo consiguen, justamente por eso, porque dentro de la Iglesia la persona parece ser santa, pura, dedicada, pero afuera engaña a los demás. Vive en la mentira, se prostituye. Usted precisa entender que Dios no maldice a nadie. La propia persona se maldice, cuando hace malas elecciones. Lo que usted siembre hoy, va a cosecharlo mañana”, y concluyó el mensaje, orando por los que querían cambiar de actitud, con el objetivo de cosechar los frutos de las bendiciones divinas en el futuro.