Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Hechos 2:1
El texto sagrado es muy preciso al relatar el Día de Pentecostés: todos los que creían estaban reunidos en el mismo momento, en el mismo lugar y aguardando la misma Promesa. O sea, había una sola fe, un solo objetivo y Un solo Espíritu. Los discípulos no estaban ansiosos por saber cómo sería el cumplimiento de la Promesa. Solo esperaban.
La fe inteligente, sobrenatural y sincera jamás se preocupa por el factor tiempo y sus circunstancias. El fervoroso cree en lo sobrenatural (invisible) porque sabe (tiene fe) que Dios honra Su Palabra. Así, desprecia tanto a las dudas con respecto al cumplimiento de las Promesas como al tiempo en el que estas se van a cumplir.
¿Cuál es la certeza de la creencia en lo sobrenatural?
Los discípulos eran reverentes en cuanto a la fiesta de Pentecostés. Era una de las tres fiestas anuales más importantes para los judíos. Era celebrada cincuenta días después de la Pascua. Su objetivo era bendecir a Dios por el recibimiento de la Ley en el monte Sinaí y reconocerlo como Responsable por la cosecha bendecida. Así, devolvían las Primicias con placer y alegría en la fiesta. Tal actitud de obediencia era prueba de la fe inteligente, sobrenatural y sincera.
RESPUESTA DIVINA
Fue exactamente en ese período que el Altísimo escogió a los discípulos para cumplir Su promesa del derramamiento del Espíritu Santo. Es un hecho que no todos Lo recibieron. De los más de 500 discípulos, en aquella época, solo 120 fueron llenos del Espíritu Santo.
¿Por qué?
Porque no todos creían con sinceridad.
El sello del Espíritu Santo solo ocurre cuando el candidato elige a Jesucristo como SEÑOR de su vida, de forma incondicional. Eso se llama fe inteligente, sobrenatural y sincera, porque renuncia, de hecho, a su propio señorío y se somete al Señorío del Señor Jesucristo. La fidelidad en los Diezmos y en las ofrendas es una de las características de esa sumisión.
ESTE PRIMER DOMINGO DE JUNIO, LA UNIVERSAL VA A CELEBRAR LA SEGUNDA FIESTA DE PENTECOSTÉS EN TODO EL MUNDO.
¡QUE EL DIOS ALTÍSIMO BENDIGA A TODOS LOS PARTICIPANTES!