El profeta Samuel es uno de los hombres más destacados en el Antiguo Testamento. Era un hombre temeroso a Dios y dedicado en su servicio.
Durante toda su vida, no hubo nada que reprobara su conducta. Por eso, cuando se dirigía a Dios, recibía la respuesta a todos sus pedidos. Dentro de esos pedidos, estaba la derrota de los filisteos, que habían venido en contra del pueblo de Israel.
“Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto al Señor; y clamó Samuel al Señor por Israel, y el Señor le oyó. Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas el Señor tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel.” (1 Samuel 7:9-10)
Los israelitas, al darse cuenta de que Dios intervino a su favor y de que el enemigo fue desmoralizado, persiguieron a los filisteos y los derrotaron completamente.
Así, en cuestión de horas, la amenaza de los filisteos se disipó en Israel, y el estado de protección divina permaneció.
“Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó el Señor. Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano del Señor estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel.” (1Samuel 7:12 -13)
La piedra fue el símbolo del socorro del Señor en un momento de gran tensión en Israel
Durante el programa Inteligência e Fé, que se exhibió el 11 de marzo, que Samuel fue una persona obediente a la Palabra de Dios. Por eso, en aquel momento que clamó al Señor, fue respondido rápidamente y “Nunca Más” los filisteos vinieron en contra del pueblo de Israel.
“Samuel puso una piedra que separó los límites de la frontera entre la nación de Israel y la nación de los filisteos. Y por medio de la obediencia a la Palabra de Dios, y del sacrificio espiritual y físico, resolvió definitivamente el problema con los enemigos de Israel. Y, para sellar esa victoria, tomó una piedra y la puso allí. La llamó EBENEZER que significa Piedra de Socorro, un símbolo de nuestro Señor Jesús.”
Nunca más, durante toda la vida de Samuel, los filisteos se levantaron en contra del pueblo de Israel.
¿Cuál es el problema que nunca más quiere tener en su vida?
La decepción en la vida amorosa, una situación económica deplorable, la destrucción en la familia, entre otros, son solamente algunos de los problemas que miles de personas han enfrentado y de los que han deseado librarse. Sin embargo, muchos no saben qué hacer para que “Nunca Más” pasen por esas situaciones.
Este domingo 17 a las 7, 9:30 y 18 h, en todas las Universal, se realizará “El Día del Nunca Más”. Será una campaña de fe que le hará poner una piedra sobre todos sus problemas y vencer.
Participe en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en una Universal más cercana. Haga clic aquí y vea las direcciones.