Algunas recomendaciones para no llevar los problemas del día al hogar
1). Las personas que tienen mucho trabajo en la oficina tienden a llevar consigo el estrés laboral a casa, y tienen la tendencia de perder los nervios más a menudo. Esto lleva a tensiones en las relaciones con el cónyuge y también con los hijos. Por lo tanto, piensa seriamente en mantener el estrés de tu trabajo al margen de tu vida con tu pareja y tu familia.
2). Trata de abordar las cuestiones que pueden estar afectando tu nivel de estrés, aquellas en las que no piensas fácilmente, y especialmente las que se pueden cambiar.
3). Buscar formas de mejorar tu gestión del tiempo. A menudo, el estrés es el resultado de no tener suficiente tiempo para terminar todo lo que necesitas hacer. Deja de perder tiempo hablando con tus colegas y haciendo llamadas telefónicas personales. Deja de navegar por internet por motivos personales, y elimina las cosas que conducen a pérdidas de tiempo.
4). Siempre que sea posible, trata de dejar tu trabajo en el trabajo. Una línea de separación entre trabajo y vida personal es de suma importancia.
5). Considera, con cuidado, si estás o no en el trabajo correcto. Por ejemplo, si estás en un trabajo que exige viajar de un lado a otro, y es algo que no se ajusta con tu familia, cambiar de trabajo puede ser una buena idea.