Ya sea en las pequeñas o en las grandes dificultades de la vida, siempre es necesario que alguna persona dé una palabra de aliento que ayude al prójimo a salir adelante.
Infelizmente, este tipo de actitudes están desapareciendo. Algunos ni siquiera encuentran apoyo y cariño dentro de la propia familia. El rencor ha destruido e invalidado la fe de muchos, que, sin notarlo, destruyen la fe de otros. Pero el verdadero amor tiene el poder de transformar y levantar al que se encuentra caído, necesitando solo una Palabra para cambiar de vida. El amor es un don de Dios, y solamente quien está lleno de este, no solo logra sentirlo, sino practicarlo.
Semanalmente, los voluntarios se reúnen para visitar en hospitales a aquellos que se encuentran en un lecho, esperando atención en las guardias, o simplemente acompañando a un familiar enfermo.
Recientemente, un grupo de evangelistas y obreros pertenecientes al Grupo Caleb se dirigieron rumbo al Hospital Ramos Mejía, ubicado en el barrio porteño de Balvanera, para llevar una palabra de fe y apoyar a quienes se encontraban internados por diferentes problemas de salud.
Allí, los miembros del Grupo Caleb hablaron con muchas personas que estaban internadas, explicándoles que si apoyaban su fe en el Dios Vivo les sería posible revertir cualquier situación adversa.
Los obreros oraron por los enfermos, determinando su cura, conforme lo que está escrito en la Palabra de Dios: “…sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”, (Marcos 16:18).
Así concluyó otra jornada de evangelización del Grupo Caleb.
Si usted desea sumarse como voluntario al Grupo Caleb, lo esperamos después de la reunión de las 9:30 que se realiza en la Universal de Av. Corrientes 4070, Almagro.
[fotos foto=”Cedidas / El Universal”]
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