Es sin duda uno de los desafíos más difíciles de vencer y de enfrentar en la pareja
Frustración, cólera, sentimiento de culpa, baja autoestima, depresión y hasta la decisión de separarse son emociones negativas que enfrentan los hombres. Sin embargo, la ciencia dispone de herramientas eficaces para combatir este problema. Y es sin duda uno de los desafíos más difíciles de vencer y de enfrentar en la pareja, pero lo importante será reconocerlo, aceptarlo y buscar la solución adecuada para eliminarlo.
La infertilidad es la incapacidad de lograr un embarazo luego de un año de relaciones sexuales regulares y sin ningún tipo de anticoncepción. Entre el 15 y el 20% de las parejas en edad reproductiva son estériles.
“Si consideramos que casi la mitad de las veces existe una o más causas masculinas, entre el 7 y el 10% de los varones puede tener problemas de fertilidad a lo largo de sus vidas”, dicen los doctores Santiago Brugo Olmedo y Alberto Nagelberg, vicepresidente y secretario, respectivamente, de la Sociedad Argentina de Andrología.
Numerosas causas
La infertilidad masculina puede tener causas muy variadas. Los especialistas de la Sociedad Argentina de Andrología y el doctor Omar Layus, del Servicio de Andrología del Hospital Italiano, señalan algunas de las más importantes:
– Antecedentes personales: tener historia de prostatitis, torsión testicular, mal descenso testicular, paperas.
– Antecedentes quirúrgicos: cirugía en la infancia de hernia inguinal, cirugía de descenso testicular.
– Exposición a tóxicos: quimioterápicos, drogas, radioterapia.
– Alteraciones genéticas.
– Alteraciones hormonales.
– El varicocele. Consiste en la dilatación varicosa del plexo venoso ubicado en el cordón espermático. Esta patología compromete al 15% de la población general. Entre los pacientes con infertilidad primaria (los que nunca lograron un embarazo), la cifra asciende al 35-45%, y puede ser mayor entre los hombres que presentan infertilidad secundaria (los que no consiguen un segundo embarazo).
– Las obstrucciones de la vía espermática.
– La exposición al calor excesivo (por ejemplo, tintoreros, cocineros, personas que utilizan el baño sauna).
– Traumatismos que lesionen gravemente los testículos.
– Medicamentos: anabólicos, antiandrógenos, ketoconazol, allopurinol, colchicina, etc.
– Exposición a solventes industriales, dioxinas, etilenglicol, epicloridina, dietilhexilftalato, 2 metoxietanol.
– El consumo de sustancias como la cocaína y la marihuana puede deteriorar la producción de espermatozoides, así como su calidad.
– Nicotina: algunos estudios han encontrado déficit en el número y la movilidad de los espermatozoides. Especialmente se ha visto daño en el ADN (que lleva la información genética) de los espermatozoides
Tratamientos recomendados
Aunque existen tratamientos específicos para los hombres, por lo general el problema de infertilidad se trata paralelamente en la pareja.
Hay diversos tipos de tratamiento masculino:
– Los hormonales, con medicamentos que estimulen la espermatogénesis.
– Los quirúrgicos, como por ejemplo corrección del varicocele.
– Las cirugías reconstructivas para problemas de obstrucción, y
– Las técnicas de reproducción asistida (inseminación artificial, fertilización in Vitro, dirigidas principalmente a las mujeres).
Así mismo, se recomienda seguir ciertos hábitos de vida, que le sirvan a los hombres como medida preventiva. Una dieta balanceada, compuesta por verduras y vegetales para que incluyan las vitaminas C. B y D sustancias antioxidantes, que mejoran las espermatogénesis, el consumo moderado de alcohol y tabaco, y desde el punto de vista laboral, evitar exposiciones a radiaciones, químicos y pesticidas. No son recomendables los baños turcos, saunas ni ropa interior muy ajustada.
Tratamiento juntos
Concentrarse en el futuro. Una vez detectado el problema lo importante será investigar más sobre la infertilidad para poder comprenderla y actuar.
Trabaja en equipo con la pareja. Ambos deben ayudarse mutuamente durante este tiempo (y no echarse nunca la culpa por las dificultades para poder concebir).
Preguntar todas las dudas a especialistas y otras parejas que atraviesen por la situación y con aquellas que lograron superar el problema y que ahora ya son padres.
En algunos casos la solución será fácil, en otros deberá continuar con el tratamiento y hacer todos los intentos que sean necesarios. En otros casos siempre quedará como solución la adopción de un bebé.