¿Quién no dijo: “Solo un pedacito”; “No tengo hambre, pero tengo ganas de comer más”? Después, no logra caminar de tanto que comió y, a veces, hasta se siente mal, por la indigestión.
Pero, ¿la gula es un pecado? ¿es un vicio?
Hasta ahora, los científicos descubrieron solo un tipo de desorden alimenticio que puede ser un vicio, la llamada compulsión alimenticia, que es el consumo exagerado de alimentos. Y así como otros vicios, ese acto de comer compulsivamente ocasiona daños psicológicos y físicos.
Sin embargo, comer sin tener hambre, a cualquier hora y exageradamente también es considerado un pecado. La Palabra de Dios dice que aquel que come y bebe demasiado será pobre, porque dormirá más de lo necesario.
“Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos.” Proverbios 23:21
¿Quién no sintió ese sueño después de comer un guiso suculento? A eso se refiere la Biblia, no miente. Cuando estamos durmiendo fuera de hora, ¿qué sucede? Perdemos tiempo para conquistar, no nos desarrollamos profesionalmente, y eso puede provocar que no crezcamos financieramente.
Evitar comer en exceso también está en Proverbios 23:2: “Y pon cuchillo a tu garganta, si tienes gran apetito.”
En el caso de las personas que saben que no logran manejarse con las bebidas alcohólicas, evitan hasta un bombón con licor. Ellas evitan el más mínimo contacto. Eso quiere decir que somos capaces de tener autocontrol de nuestra gula. Cada uno sabe hasta dónde puede y debe comer, hasta dónde va su hambre y cuándo llega al límite para no sentirse mal después – o debería saberlo.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22-23
Tener dominio propio es solo uno de los frutos del espíritu. Si usted no logra controlarse y siente la necesidad exagerada de comer hasta sentirse satisfecho, es necesario que pare y le pida a Dios que le dé dominio propio.
El pecado ignorado
Todo eso lo sabemos todos, pero parece que el pecado de gula es el más ignorado por los cristianos. Es fácil decir que fumar y tomar alcohol en exceso son pecados, pues son los más aceptados, pero la gula es un pecado de igual manera.
Algunos dicen: “El creyente no toma, pero come en exceso”. Eso es una crítica que infelizmente no podemos rebatir. El hecho es que muchos cristianos, al no consumir bebidas alcohólicas, terminan exagerando al reemplazarla por la comida.
Dios hizo el mundo y capacitó al hombre para que haga platos deliciosos, pero que deben ser consumidos con moderación, sin que ellos controlen al hombre, sino que él tenga dominio propio para controlar a la comida.
“Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.” Números 11:34