En el calendario bíblico, la fiesta de Pentecostés era conmemorada cincuenta días después de la Pascua (Levítico 23:15-16). En el Antiguo Testamento, esta conmemoración se llamaba Fiesta de las Primicias, Fiesta de la Cosecha o Fiesta de la Siega (Éxodo 34:22), cuando todos llevaban los primeros frutos de la cosecha a la Casa del Señor (Éxodo 23:19).
Durante cuarenta y nueve días o siete semanas, realizaban la cosecha de los frutos y la última semana comenzaban a festejar (Deuteronomio 16:9-15), siendo el último día cuando se concluía la fiesta, llamada Pentecostés. Todo el pueblo era convocado para estar en la Casa de Dios y llevar sus primicias ante la presencia del Señor (Números 28:26).
Dios escogió esa fecha tan significativa para enviar al Espíritu Santo sobre la Iglesia (Hechos 2:1), realizando una grandiosa fiesta de cosecha de vidas para el Reino de Dios.
En la Pascua, el Cordero de Dios Se ofreció por la humanidad (Juan 1:29), y en Pentecostés, el poder del Espíritu Santo fundó la Iglesia, cosechando el fruto del sacrificio del Señor Jesús en la cruz.
Este domingo, en cada Universal, esté presente en el día de Pentecostés, que les traerá regeneración y renovación del Espíritu Santo a todos los que se entreguen como ofrendas vivas