¿Cómo podríamos llamar a los días posteriores a un ayuno? Y, ¿cómo deberían ser esos días si el ayuno se hizo correctamente y si -por supuesto, porque Dios no falla- se obtiene de Él la Respuesta?
Aquellos que sacrificaron en el Ayuno de Daniel para saciar su sed del Agua Viva, los que cavaron hondo, hallaron la Fuente y se transformaron en fuente, y se encuentran ahora en el pos Ayuno de Daniel.
Es un estado muy particular en la vida del que sacrificó, porque el Ayuno en realidad no termina. ¡Uno nunca volverá a ser la misma persona!
-Si no era la Fuente de Agua Viva y ahora lo es, pasará de ser sediento a dar de beber a los demás como una fuente rebosante.
-Si renovó las Aguas, será una fuente más experta y tendrá mucho por hacer para seguir renovándose y llevarles a los afligidos Aquello que ya tenía, pero de lo que ahora tiene más.
¿Cómo volver a la vida de antes del Ayuno? ¡Imposible!
Nadie que haya disfrutado de los “efectos” del Ayuno de Daniel, irá corriendo el día que el ayuno termina a depender de ninguna información secular, porque ahora tiene otros intereses y sabe en qué y para quiénes gastar su vida.
Su “ritmo” ya no es el mismo, la información del mundo se analiza desde otro lugar, uno piensa con los pensamientos de Dios, y tiene Sus ojos y Sus oídos para ver y oír la vida.
El Ayuno de Daniel es el verdadero Ayuno, el que Le agrada a Dios. Es el que sirve para uno y para el prójimo, porque, ¿para qué uno busca tener el Espíritu Santo sino para compartirlo? ¿Para qué sino para tener las fuerzas suficientes para llegar a los que están desnudos, sedientos, hambrientos, encarcelados, como un día uno lo estuvo?
En el Ayuno de Daniel Jesús Se nos revela como es, y nos dice cómo desea que seamos. Nos da Su rocío y nos convierte en los montes de Sion. Nos da Su bendición, Su Espíritu Santo y nos hace ser mensajeros de la Salvación, que es la Vida para siempre.
Es entonces, cuando termina el Ayuno de Daniel, que comienza el pos Ayuno, y uno está listo y lleno de Fuerza para seguir hasta el final y ser un vencedor.
¿Y hasta cuando dura el pos Ayuno? Hasta el próximo Ayuno de Daniel. Y así sucesivamente. ¡Eso es vivir de fe en fe!
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