Durante más de 2 mil años, los judíos han sido hostilizados y silenciosamente culpados por la muerte del Señor Jesús por el mundo occidental y cristiano. Esto tuvo consecuencias crueles, como el antisemitismo, que causó la muerte de millones de personas.
Mientras que las personas insisten en enfocarse en las divergencias que generan desentendimientos, el Templo de Salomón, construido en la capital paulista, ha mostrado que lo que nos une es mucho más fuerte que las diferencias que nos separan.
El lugar es una referencia bíblica e histórica del pueblo de Dios. Por eso, ha traído diariamente a judíos de varias partes del mundo.
El pasado domingo 29, recibimos por segunda vez la visita del rabino Yechiel Eckstein, que hace 35 años desarrolla un trabajo por el mundo para promover la buena relación entre judíos y cristianos.
Con el objetivo de cumplir esta misión, fundó la International Fellowship of Chiristians and Jews (Relación Internacional entre Cristianos y Judíos), que, así como la Universal, también apoya al Estado de Israel.
En su primera visita, fue recibido por los obispos Edir Macedo y Renato Cardoso, conoció todas las instalaciones del Templo y oyó atentamente las explicaciones dadas.
“Mi primera observación sobre este lugar es el rescate minucioso de las raíces bíblicas para la fe de las personas. La segunda, es el hecho de que es una Casa de Oración para todos, no solamente cristianos – esto es algo muy importante”, dijo el rabino, mostrando satisfacción y reconocimiento.
Durante la reunión, todos tuvieron la oportunidad de recibir enseñanzas sobre la fe y de participar de la Santa Cena. Al final, el obispo Macedo mencionó la presencia del rabino y lo invitó a subir al Altar.
“Nosotros, los cristianos, no debemos comulgar con los pensamientos de rechazo o enemistad hacia los judíos, sino de agradecimiento. Comprendemos y agradecemos lo que los judíos hicieron al sacrificar al Señor Jesús, como la Ofrenda al Dios Eterno. Por la Ley Divina, nadie más podría haber hecho esto”, dijo el obispo.
Enseguida, el rabino reconoció cuánto la Universal valora a Israel y agradeció a todos por las oraciones y palabras.
La reunión fue finalizada con una oración por la paz en Israel, conforme el salmista declara en Salmos 122:6-8.
El obispo Miguel, que lo acompañó en toda la visita, hizo la oración en hebreo, el rabino oró el inglés y el obispo Macedo finalizó con una oración en portugués. En su oración, Eckstein citó las palabras de Jacob: “Este no es otro lugar sino la Casa de Dios; y esta es la puerta de los cielos.” Génesis 28:17
Nuestra confesión de fe y fidelidad al Altísimo andan lado a lado y debe también producir frutos permanentes.
Esta visita es la prueba de que los judíos y los cristianos pueden caminar juntos para cumplir la misión del Altísimo de mostrar Su gloria al mundo.
La raíz del Cristianismo es judía, por eso debemos respetarlos. Sus patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob son referencias vivas también para nosotros.
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