Las palabras hirientes, los comportamientos equivocados, los chismeríos, las traiciones y otras prácticas como estas producen, en muchos casos, odio y rencor.
El ser humano, motivado por el corazón, es susceptible a guardar sentimientos negativos, y esa es la razón por la cual muchos tienen problemas físicos y emocionales.
Un artículo de la prestigiosa revista especializada en medicina, Journal of the American College of Cardiology, establece que el rencor está asociado a un mayor riesgo de padecer una enfermedad coronaria.
Ahora bien, ¿cómo deshacerse de las heridas internas producidas por el odio? ¿Cómo tener la conciencia en paz?
Los beneficios del perdón
Una investigación de la Universidad de Berkeley (Estados Unidos) indicó que la persona que perdona duerme mejor, la presión arterial y el ritmo cardíaco se reducen, lo que genera longevidad. Esto comprueba que el perdón hace bien al cuerpo, al alma y a la mente.
La causa que dificulta perdonar
Perdonar nos trae muchos beneficios, pero, aun así, las personas no logran perdonar ¿cuál es la causa?: El orgullo.
Para poder perdonar es necesario quebrar el orgullo. No es una tarea fácil perdonar al que lo hirió o reconocer un error propio, por eso, esa acción requiere que se realice a través de la razón y no del corazón. Porque si usted espera perdonar cuando tenga ganas, no podrá hacerlo nunca.
Si usted fue herido por una persona, el hecho de perdonar no significa que tenga que convivir con ella ni tampoco entablar lazos emocionales, ni mucho menos tener que estar de acuerdo con sus errores, pero perdonar significa avanzar y no desearle ningún mal.
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” Mateo 6:14-15
¿Quiere ser perdonado por Dios? ¡Entonces perdone!