Muchos ya oyeron que el amor es como una plantita que necesita ser regada diariamente. Pero el “agua” de una relación debe contener, además de respeto y complicidad, el romanticismo. Y se engaña quien piensa que eso debe venir solamente del hombre.
“Es fundamental mantener el romanticismo. Es como si regara una planta para sobrevivir. Un matrimonio necesita tener el lado romántico para alimentar el amor, sino se termina, muere”, explica la psicóloga Kátia Lopis.
Pero mantenerlo no es una tarea nada fácil, aún más cuando la relación ya dura hace años. “Es complicado, a causa de la prisa del día a día, pero los pequeños gestos de cariño ya demuestran un romanticismo.”
Uno de los problemas enfrentados en el matrimonio es cuando una de las partes no sabe ser romántica. Cuando eso sucede con el hombre, la mujer se siente en la obligación de enseñarle. “Pero no puede hacerlo de manera grosera. Puede ser con pequeñas indirectas, conmemoraciones de las fechas, recordándole al otro cariñosamente. Sin embargo, es importante resaltar que no sirve reclamarle al otro lo que él tampoco tiene. El romanticismo no puede ser olvidado por ambos”, señala ella.
Para Kátia, el romanticismo no está solamente en un enorme ramo de rosas. “Está también en el cuidar, en preocuparse cuando el otro se enferma, en comprarle lo que le gusta. Todo momento es momento de agradar al otro, no es necesario una fecha específica.”
Otro punto a enfatizar es que la falta de romanticismo no está relacionada a la falta de amor. “Cuando se casa con una persona, ya se sabe lo cuán romántica es o no, por eso, difícilmente actuará de una manera diferente después de algunos años. Eso no quiere decir que el otro no lo ama, sino que debemos aprender a lidiar con sus diferencias.”
La falta de romanticismo
La ausencia de este cariño puede llevar al compañero (o compañera) a sentirse carente de atención, llevando al matrimonio al borde de un problema. “Eso mina la relación, pues le abre espacio a percibir oportunidades de alrededor y mirar a la otra persona con una mirada diferente. Es el momento en el cual la mujer se desinteresa por su marido, no por no amarlo más, sino por su descontento, su falta de complicidad. No mira más lo que quiere, sino lo que necesita de esa relación”, aclara Kátia.
Consejos de romanticismo
Si un acto romántico no está solamente en un ramo de rosas, con seguridad aparece en pequeños gestos y actitudes, como estos:
– Mandar un mensaje cariñoso por celular, por e-mail e incluso por las redes sociales.
– Hacer una llamada durante el día solo para decir “te amo”
– Dejar un notita, aunque sea en una servilleta
– Un beso por la mañana deseándole un buen día
– Comprar algo que al otro le gusta, aunque sea un bombón
– Preguntarle cómo fue su día, al llegar a la casa.
– Salir sin sus hijos
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