Dios busca personas sinceras, no importa que hayan vivido en la práctica del pecado. A partir del momento que Lo buscan con sinceridad, Él cambiará sus vidas.
A pesar de esto, la hipocresía está en auge y las redes sociales colaboran para incrementar aún más la falsedad. Por ejemplo, muchos influencers disfrazan su tristeza detrás de las sonrisas plasmadas en sus fotos para ocultar el dolor de su alma.
Sin embargo, Dios se manifiesta en la vida de las personas que son humildes para reconocer que Lo necesitan, y no en la vida de los que se consideran buenos, perfectos o autosuficientes. Los humildes practican un acto de fe al considerar que Dios es un ser superior a ellos.
Aunque la persona sirva a Dios, debe tener cuidado para no perder su sinceridad. No debe esmerarse por mostrarles a los demás una falsa espiritualidad. Todos somos pecadores, la Palabra de Dios lo afirma. Por eso, no sirve de nada intentar disfrazar la verdadera identidad, porque Dios ve lo que las personas no ven.
A través de la sinceridad de su fe, que se materializa a través de la humildad, usted alcanzará la Salvación de su alma.
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.” Mateo 5:3.