A comienzo de su trayectoria, el hombre más rico de la historia aprendió que si uno no quiere ver siempre los mismos resultados, no debe hacer siempre las mismas cosas. La Biblia muestra que el rey Salomón “… amó al Señor, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.”, (1 Reyes 3:3). Salomón sacrificaba para Dios, daba sus ofrendas y mantenía al reino, pero solamente logró llamar la atención de Dios cuando hizo algo extraordinario, al punto que el Todopoderoso le dijo algo que nunca antes había dicho ni volvió a decirle a un hombre: “Subió, pues, Salomón allá delante del Señor, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos. Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé.”, (2 Crónicas 1:6-7). Tan importante e impactante fue el sacrifico que Salomón realizó en el Altar de Bronce, que Dios puso a su disposición todo lo que existía, no le puso límites a su pedido.
El Altar de Bronce está hecho de acacia, una madera muy resistente y de gran durabilidad, y recubierto de bronce, símbolo de justicia de Dios. En sus puntas se pueden observar cuatro cuernos, que representan el poder y la fuerza.
Tras hacer su sacrificio allí, Salomón obtuvo extraordinarios resultados: “Así excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría. Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón. Y todos le llevaban cada año sus presentes: alhajas de oro y de plata, vestidos, armas, especias aromáticas, caballos y mulos.”, (1 Reyes 10:23-25).
Este lunes en el Congreso para el Progreso, usted podrá aprender más sobre el Altar de Bronce y la importancia del sacrificio. Además, podrá traer la documentación que represente sus proyectos o problemas económicos y tocar el Arca de la Alianza. Lo esperamos en Av. Corrientes 4070, a las 10, 16 y especialmente a las 20 h.
Resultados del sacrificio
Mariano Goyena: “Conocí la Universal en la miseria. no tenía para comer, dependía de mis parientes para vivir y tuve que vender cosas de la casa para alimentarme. En el Congreso para el Progreso aprendí que podía salir adelante. Usando la fe logré conseguir trabajo, empecé a trabajar por mi cuenta haciendo trabajos de limpieza. Básicamente limpiábamos oficinas, hoteles, estadios, todo de noche. Era muy sacrificado, de día tenía otro trabajo, dormía entre tres y cuatro horas por día, a veces no comía porque perdía tiempo. No tenía ni siquiera una bicicleta para poder movilizarme.
Vivía alquilando, estaba soltero y en el Altar encontré la respuesta. Los sacrificios en las diferentes Hogueras Santa me dieron muchísimos resultados. No tenía impedimentos para sacrificar, siempre estuve dispuesto a oír la voz de Dios y obedecer.
A lo largo del tiempo conseguí mejores trabajos, me casé, nada sucedió de la noche a la mañana, finalmente me independicé, seguí sacrificando, pudimos abrir nuestra empresa, que hoy funciona en un edificio propio de 2000 m2, tenemos nuestra casa, mi esposa tiene su negocio, es fabricante de ropa, compramos una finca de 5000 m2, se nos abrieron las puertas para colocar nuestros productos en Dubai, tenemos cuatro vehículos y nuestro patrimonio está valuado en 7 millones de pesos aproximadamente”.
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