“Cuando era niño, Fellipe era un muy buen hijo, después, al separarme, él cambió su comportamiento. Se volvió rebelde y a los 13 años, tomó el camino de los vicios. Faltaba a clases para consumir drogas. No sabía qué hacer para salvarlo”, cuenta la recepcionista Rita de Cássia Rodrigues Pessoa, de 53 años. (Foto de al lado con Fellipe)
Así como miles de madres, Rita intentaba ayudar a su hijo de todas las formas. “Quedé embarazada a los 33 años y luego me divorcié. Felipe no aceptaba no tener a su padre en casa”, dice.
En la adolescencia, en los momentos en que la madre no estaba presente, el joven comenzó a drogarse. “En mi cabeza solo quería disfrutar la vida sin límites sin que nadie me moleste, no veía el sufrimiento que le estaba causando a mi madre”, cuenta Fellipe Rodrigues Pessoa, de 20 años.
Rita ya frecuentaba la Universal y hacía propósitos por la liberación de su hijo. Varias veces, en medio de la desesperación, intentó ayudarlo a cambiar. “Yo iba a buscarlo a los lugares donde se estaba drogando y lo llevaba a la iglesia obligado. Pero nada cambiaba, por lo contrario, solo empeoraba. Hasta que la esposa del pastor me invitó a participar de los encuentros del proyecto Madres en Oración. Yo acepté, porque no quería dejar de luchar por Fellipe”, cuenta.
Después de participar en los encuentros y oír los consejos, Rita aprendió a ser más paciente con su hijo. “Deje de actuar con la fuerza de mi brazo y me dediqué más a las oraciones. Comencé a ser una madre más comprensiva y, de a poco, me acerqué a él como amiga. Eso hizo toda la diferencia para que él quiera cambiar”, observa.
El joven destaca que el nuevo comportamiento de la madre le llamó la atención. “Un día estaba drogándome y la pasé muy mal, después me acordé de Dios y de mi madre y fui corriendo a la iglesia a pedirle ayuda al pastor. Desde entonces soy una nueva persona. Si no fuese por ella, yo estaría muerto. Agradezco a Dios y a mi madre por nunca haber desistido de mi”, añade el joven, que hoy es pastor en la Universal.
Proyecto Madres en Oración
El Proyecto Madres en Oración nació en el 2011, por medio de un blog. La actual responsable, Eliana Batista de Oliveira, cuenta que, en los días de hoy, el principal objetivo del grupo es darle apoyo espiritual y atención a las madres de todo el mundo en los presidios, asilos y hospitales.
Según Eliana, el gran secreto del grupo está en saber usar la fe inteligente. “Una madre tiene la facilidad de dejarse llevar por los sentimientos y eso le impide alcanzar el resultados deseado. Cuando ella descubre la fuerza que hay en la mejor arma, que es la fe, ella toma posesión de las valiosas promesas de Dios para la vida de sus hijos”, concluye.
Para saber más sobre los encuentros, ingrese en el Facebook del grupo.
El Godllywood tiene como objetivo ayudar a mujeres en cualquier situación, desde que realmente quieran ser ayudadas y moldeadas para convertirse en una mejor mujer.
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