Puede creer que con poco más de una década de vida, el cuerpo ya empieza a mostrar las primeras señales de envejecimiento? Sí, así es. A partir de los 14 años comienzan los cambios.
Por eso, mantener la salud y el bienestar es un desafío que crece con cada año que pasa. Es posible mejorar el panorama sin exagerar, sin demasiada exigencia ni fórmulas milagrosas.
Tenemos que cuidar el cuerpo, la mente y el alma para obtener una calidad de vida óptima.
Claro que si vive mal durante décadas, con vicios, pocas horas de sueño y mal alimentado, los resultados no serán buenos. Sin embargo, cuando cambia su estilo de vida, pueden ver frutos a largo plazo.
Cambio de hábitos
Hacer ejercicio de tres a cuatro veces por semana, adoptar una alimentación saludable que incluya verduras, legumbres y carnes magras, controlar el peso, ejercitar el intelecto, establecer objetivos y planes y tener una vida social activa que priorice el vínculo con las personas y no con la televisión, la ayudará a llegar a los 85 años con salud. Eso es “longevidad con calidad de vida”.
Si bien no existe la vida perfecta, porque todo el tiempo enfrentamos desafíos y problemas, lo que hace la diferencia para vivir más y mejor es la forma en la que las personas encaran las pequeñas cosas del día a día y cómo se esfuerzan para cambiar y hacer lo mejor, siempre dentro de su realidad.
Ejercitar la fe y tener una vida interior cultivada y resuelta a través de una relación íntima con Dios son puntos esenciales para mantenerse feliz y renovada, independientemente de la edad.
Extraído de Folha Universal
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