Le ruego a mi Señor y Salvador Jesús que Su Espíritu los cubra a todos ustedes de fe y coraje para ejecutar Su voluntad, a fin de recibir los beneficios de la obediencia de la fe inteligente.
Estamos en las vísperas de las Olimpiadas, cuando los atletas, después de haber sacrificado centenas de horas en intenso entrenamiento, serán sometidos a las pruebas finales. Solo los mejores se llevarán las tan soñadas medallas de oro.
Esa disputa es solo un reflejo de las demás que todos tenemos que pasar en la vida. Cualquiera que sea el área en la que actuemos, siempre habrá una PRUEBA FINAL.
En el Reino de Dios no es diferente. La propuesta de Aquel que venció a la muerte, al infierno y al diablo es darles a los Vencedores no una medalla para colgarla en la pared, sino UNA CORONA DE ORO PURO, como SELLO DEL VENCEDOR, para reinar junto a Él por toda la eternidad.
¡Sí!… Él dijo:
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Mateo 11:12
Es decir, para ser VENCEDOR Y TENER EL DERECHO A LA CORONA DE LA VIDA, HAY QUE SACRIFICAR, NO CIENTOS DE HORAS, SINO TODA LA VIDA POR LA FE.
¡Que el Espíritu Santo abra el entendimiento de los lectores para que comprendan esta propuesta!