Al extender nuestras manos para ayudar a aquellos que están desamparados y angustiados, en realidad estamos sirviendo a Dios.
Recientemente, la Organización T-Ayudo de Reconquista se acercó a las puertas del Hospital Regional para darles un desayuno a los familiares de los pacientes y transmitirles fe y ánimo.
“… En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicisteis”. Mateo 25:40