A veces usted no sabe por qué se encuentra triste. Usted llega a casa y se encuentra consigo mismo. Entonces no entiende el motivo de su tristeza. Usted pasó el día con amigos, se dedicó en sus tareas, atendió sus responsabilidades, sin embargo ahora siente la necesitad de algo.
¿Qué le falta?
Usted tiene miedo de seguir, miedo de enfrentar, y hasta miedo de sus sueños.
¿Por qué su mirada está caída y sin vida? Usted evita mirar a los ojos porque ignora al desconocido.
¿Por qué las personas no lo entienden? ¿Quién le dijo a ellas que usted es un débil? ¿Qué responde cuando lo juzgan por nada?
¿La única cosa que usted logra hacer bien es administrar esa tristeza?
Usted sabe que no es fácil, sin embargo es su fortaleza. Aún así, nadie comprende lo que hay dentro de usted.
¿Cuál es su límite de soledad?
En su cuarto cerrado, solo las paredes ven su dolor. Ellas escuchan su llanto y gemidos nocturnos.
Sin embargo, ¿por qué usted llora? ¿Cuál es su respuesta?
¿Por qué usted no da un paso adelante? ¿Por qué no toma una actitud para salir de la oscuridad?
¿Usted sabe adonde ir? ¿Sabe qué seguir? ¿Por qué el miedo de equivocarse?
Falta cubrir una brecha. Es como si un puente roto lo dejara perdido en medio del camino.
¿Dónde está quién estaba por delante del puente? ¿Dónde está su seguridad?
¿Qué va a hacer usted? ¿Hay alguien que puede entenderlo?
Mire su interior…
¿Qué está viendo?
Dése una oportunidad. Mire en otra dirección.
No piense que QUIZÁS haya felicidad…
Sepa que PUEDE ser feliz.
Vea como…