Disciplinado, obediente y fiel. Esas son características comunes de quienes sirven a Dios. Sin embargo, una de las mayores virtudes de un cristiano, es tener una conciencia limpia ante su Señor. Para los que desean eso es necesario estar siempre en paz con Dios y con sus semejantes, especialmente con los de la misma fe.
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo …” Romanos 5:1
El pasado miércoles 28 de agosto, el obispo Edir Macedo explicó durante la reunión de la “Noche de la Salvación”– realizada en la Universal de Avenida João Dias, 1.800, en Santo Amaro y simultáneamente transmitida por el sitio web TV Universal y la emisora Red Aleluya -, que solo quien tiene paz con Dios y también la conciencia limpia ante el Altísimo, puede tener paz interior.
“Ninguno de nosotros es justo delante de Dios, todos tenemos fallas y faltas, pero cuando depositamos nuestra fe en el Señor Jesús, Él, por medio de Su sangre, nos lava, nos purifica, y comenzamos a tener paz con Dios por medio de Jesús. Eso significa que su interior está en paz consigo mismo, con su consciencia, y en paz, ante todo, con el propio Dios. Ya no tiene al mal como acusador. Él puede llegar a acusarlo, pero si su fe está unida al Señor Jesús y usted vive esa fe, entonces el mal pierde, ya no tiene derecho a manchar su conciencia, entonces usted comienza a tener paz,” dijo el obispo.
Pero ¿cuánto vale tener paz? ¿Cuál es el valor de tener una conciencia limpia?
Según el obispo, no hay dinero, gloria ni riqueza en todo el mundo que sea capaz de llegar a ese valor, es algo inestimable, pues tener esa conciencia es uno de los mayores tesoros que una persona puede poseer.
“¿Usted no tiene paz? Es porque usted no está en paz con Dios. Y si no tiene paz con Dios es porque usted aun no fue justificado y no fue lavado por la sangre de Jesús”, afirmó el obispo.