Todo verdadero cristiano debe pasar por esta experiencia
El verdadero encuentro con Dios es el acontecimiento más importante en la vida de un cristiano. Es a través de esta experiencia que la persona se volverá propiedad exclusiva de Dios, logrando soportar las tribulaciones terrenas. Una vez que sucede este encuentro, el cristiano se vuelve una nueva criatura, con las mismas características del Padre.
Por ese motivo que surge la necesidad de un real encuentro con Dios. “para el hombre es imposible continuar en la misma situación, después de tener un real encuentro con Dios,” afirma el Obispo Macedo.
La experiencia con Dios
Según explica el obispo Macedo, cuando a persona tiene un encuentro con Dios, ésta no se olvida jamás de ese momento. Fue lo que él afirmó durante su programa trasmitido por IURD TV. En ese momento, contó cómo fue su experiencia.
“Un día, le pedí a Dios la certeza de mi salvación y, días después, durante la reunión, el Espíritu Santo me tocó y me mostró lo pecador que yo era. A pesar de no tener ningún vicio, adulterar, ni hacerle mal a los demás, Él me convenció de mi situación, pues yo estaba irremediablemente perdido; y si hubiera muerto en aquel momento, me hubiera ido directo al infierno. En ese instante, hubo un arrepentimiento de mi parte, por la vida que llevaba, me arrepentí de mis pecados (no de mis necesidades personales) sino de mis errores”, explicó.
“El Espíritu Santo lavó mi alma con la sangre de Jesús, y en mi nació una nueva criatura. Mi llanto agonizante se transformó en un lloro de alegría. Desde entonces, yo quería mostrarle a las personas el Dios que me había salvado. Esa fue mi experiencia, pero cada uno tiene que tener ese momento particular con Dios”, añadió
Es necesaria la intrepidez
El obispo enfatizó que para tener ese encuentro es necesario que la persona sea sincera e intrépida. “El encuentro solo se da cuando la persona es honesta, cuando rasga su corazón y dice: ‘Mi Dios, yo quiero cambiar, no quiero más ser como he sido.’ Cuando hace esa súplica, es imposible que Dios no escuche y no acuda a su encuentro. Lo que veo en algunos comentarios dejados en mi blog es una falta de conocimiento de Dios. Ya que quien recibe el Espíritu Santo permanece”, destacó.
El recibimiento del Espíritu Santo
Muchas personas, al entregarse por completo en las manos de Dios, reciben el sello del Espíritu Santo en sus vidas. Las experiencias son de lo más variadas posibles.
Conozca algunas historias de personas que fueron selladas por el Espíritu Santo, en el primer propósito del Ayuno de Daniel que se realizó el mes de abril, de este año.
“Cuando comencé el ayuno, había dejado de mirar televisión, los video juegos y todas las cosas que me distraían. Y decidí bautizarme en las aguas antes de la reunión del domingo 17 de abril. En la reunión, busque al Espíritu Santo como nunca y fui bautizado. Estoy muy feliz y ahora mi deseo es seguir creciendo espiritualmente.” Cynthia Salazar – Estados Unidos
“Por la campaña del Espíritu Santo, renuncie a muchas cosas que me gustaban hacer. Deje el internet, no veía televisión ni jugaba video juegos. Estaba solo en casa escuchando la programación de la Red Aleluya cuando comencé a buscar y allí fui sellado. Yo era nervioso y vivía contestando de forma grosera a las personas. Ahora, estoy más calmo y feliz. No quiero nunca abandonar la presencia de Dios. El Espíritu Santo es lo más importante, es mi bien mayor.” Rodrigo Miranda – Brasil
“Cuando participé del Ayuno de Daniel anterior recibí un cambio total en mi vida. Antes era un hombre muy nervioso e inseguro de mi mismo, y me involucré en los vicios. Pero después de los 21 días de ayuno, mi vida cambió un 100% recibí una gran renovación y fortalecimiento pude salir de los vicios y dejé de ser una persona nerviosa e insegura. Mi expectativa para este ayuno, es la visión que sólo el Espíritu Santo nos puede dar para alcanzar nuevos proyectos.” Carlos Galarza – Argentina
“Estuve en la Iglesia durante 11 años, y me sentía triste y vacía. Fue en el Ayuno de Daniel que decidí salir de una vez por todas de esa situación. Me aparté de todo lo que no alimentaba mi espíritu, luché, perseveré, busqué y determiné la respuesta durante los 21 dias. Cuando llegó el gran día 17 de abril fui a participar de la reunión, determinada a no salir sin la presencia de Dios. Y así sucedió, fui bautizada con el Espíritu Santo y hoy puedo decir que despues de 11 años por fin soy completamente feliz, me siento completa y llena de fuerzas y alegría gracias al Espiritu Santo que hoy mora en mí.” Susana Barrios – Argentina