Muchos piensan que después de los 50 o 60 años es momento de disminuir el ritmo de vida, ¿no es verdad? Volver a la escuela, entonces, es una locura. ¿Hacer un curso? ¿Aprender algo nuevo? “Esto es para los jóvenes, no para mí”, algunos pueden decir. Pero un caso en los Estados Unidos puede ayudarle a cambiar de opinión.
René Neira, de 82 años, no se preocupó por su edad y decidió comenzar un curso de economía. Y lo más interesante es que su nieta, Melanie Salazar, de 18 años, comenzó sus estudios en el mismo mes y en la misma universidad. “Él me motiva a no desistir. Esto me hace comprender la importancia de la educación, para que yo pueda realizar algo grande como él”, dice Melanie.
El abuelo asistió a la universidad en su juventud, pero tuvo que dejar sus estudios cuando se casó y tuvo que trabajar para mantener a su familia. Con la muerte de su esposa en 2009, volvió a pensar en el tema y fue en búsqueda de su sueño, que era conseguir el tan esperado diploma.
Usted también puede
Tal vez usted esté llegando a la tercera edad, aún tiene muchos sueños para conquistar, pero cree que su tiempo ha pasado.
Con la actitud de René Neira entendemos que la vejez no es sinónimo de cansancio o fin de oportunidades. Con planificación y buena voluntad, todo es posible.
La Universal cree en el potencial que las personas de la mejor edad tienen y, a través del proyecto Caleb, ofrece cursos, actividades recreativas, acciones sociales y apoyo material y espiritual a personas de la tercera edad. Haga clic aquí y obtenga más información sobre el proyecto y sepa cómo formar parte de él.
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