Leanna E. es de piel negra, y se desarrolla como cheerleader (capitana de las porristas) del equipo de fútbol americano Indianápolis Colts y, fue blanco del racismo.
Ella y otra cheerleader posaron para una foto con dos estudiantes de la escuela secundaria Western High School, en Florida (Estados Unidos), durante un evento para promover una campaña de donación de sangre. El problema es que, al publicar la imagen en una red social, uno de los estudiantes escribió: “Por supuesto que (nombre del amigo) me puso al lado de la criolla.” La foto (al lado) se viralizó y el comentario racista causó protestas entre los internautas, que inclusive amenazaron al joven.
Para la sorpresa de todos, al ver la repercusión, Leanna se puso en contacto con el director de la escuela, no para pedir un castigo para el joven, sino preocupada por cómo él estaba lidiando con la situación. “Yo solo estaba preocupada sobre cómo él estaba enfrentando todo eso y el director de la escuela me dijo que él (el agresor) no estaba reaccionando bien. Eso me rompió el corazón”, contó la cheerleader.
Al ver el interés de Leanna por la seguridad del joven, el director combinó un encuentro entre los dos. “Él se describió a sí mismo como un muchacho tonto, que se equivocó mucho. También dijo que cometió un error y se disculpaba por eso”, le afirmó ella al periódico IndyStar. El joven estaba “muy triste por haberme lastimado a mí y a otras personas”, completó Leanna. Ellos se abrazaron y él le regaló flores, como una forma más de demostrar su arrepentimiento.
Ellos se sacaron una foto, que Leanna publicó en su Twitter (vea al lado) con la siguiente descripción: “Hace una semana atrás fui víctima de una ofensa racista que fue compartida por todo el mundo. Hoy elegí el perdón y me siento más fuerte por eso”.
El perdón libera
El relato de Leanna demuestra que el perdón vale mucho más la pena que el rencor. La paz que ella demuestra al perdonar a su agresor, con certeza, tiene mucho más valor que una venganza o que haberlo castigado. Además, el perdón también es necesario para que mantengamos la Salvación del alma.
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” (Mateo 6:14-15)
“Nuestras deudas con Él (Dios) son impagables. Aun así, delante de nuestra humillación y confesión de pecados, Él nos perdona. En compensación, Dios exige que nosotros perdonemos las fallas, faltas y errores unos de los otros, de lo contrario, nunca encontraremos Su perdón tampoco”, afirma el obispo Edir Macedo.
Si usted ha encontrado dificultades para perdonar, participe de la Noche de la Salvación, los miércoles a las 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 y aprenda cómo vencer el rencor y perdonar de manera sincera.
Busque aquí la dirección de la Universal más cercana a usted.
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