¿A usted le gusta mirar videos pornográficos? Una reciente investigación publicada en Sexologies Journal muestra que las mujeres consumen más contenidos pornográficos después de casarse. Los datos señalan que el 9% de las mujeres vieron ese tipo de material antes del matrimonio y el 28% comenzaron a mirarlo después de la unión.
En abril, el estado norteamericano de Utah, declaró que la pornografía es un problema de salud pública. Según el gobernador, Gary Herbert, el objetivo es “proteger nuestras familias y nuestra juventud”. El texto de la nueva ley afirma que la pornografía “perpetua un ambiente sexualmente tóxico” y “contribuye a una hipersexualización de los adolescentes, e incluso de los niños en la pre pubertad.” La medida pide mayores esfuerzos para prevenir las adicciones vinculadas a la pornografía.
Violencia disfrazada
¿Qué buscan las mujeres en esos videos? ¿Satisfacer la curiosidad, estimular la relación, eliminar dudas, disminuir la inseguridad, agradar al compañero? La pornografía siempre ha sido un tema controvertido. Pero el hecho es que hasta ex actrices de esta industria denuncian casos de violencia sexual y haber sido humilladas. Uno de los ejemplos es el de la norteamericana Linda Susan Boreman, que se hizo famosa por películas de esta clase en la década de 1970. Ella reveló que fue torturada, golpeada y obligada a hacer los videos por su marido. Linda se transformó en una activista contra la pornografía.
La investigadora Maree Crabbe, de la organización australiana It’s time we talked, produjo un documental que señala que muchos adolescentes están consumiendo pornografía y, debido a eso, tienen un comportamiento agresivo. En la película, las jóvenes dijeron que muchas veces se sintieron incómodas con los pedidos de sus compañeros, pero cedían por la presión o por el deseo de agradarlos.
La pornografía es el peor camino para quien desea eliminar dudas sobre el sexo o innovar en la relación. Después de todo, las películas pornográficas diseminan ideas distorsionadas y estimulan prácticas como la violencia, la humillación, las ofensas y la crueldad. Convengamos en algo, ¿la mujer realmente quiere ser tratada como un objeto por su marido?
Vale la pena recordar que la práctica trae varios perjuicios a la salud. Un estudio de la Universidad de Cambridge revela que la pornografía tiene el mismo efecto en el cerebro que el alcohol y la cocaína. Es decir, puede comenzar con una curiosidad y convertirse en un vicio.
Incluso en el celular
El acceso a ese tipo de contenido es mucho más sencillo a causa de internet. La pornografía excedió los límites de los sitios especializados en el asunto y se extendió incluso a los Smartphones. Lamentablemente, el contenido puede compartirse de forma rápida a través de aplicaciones de chats. La facilidad terminó convirtiendo en normal algo que antes estaba escondido y era cuestionado.
Por lo tanto, todo cuidado es poco. Antes de querer matar la curiosidad, vale la pena preguntar cuáles son los intereses involucrados en las producciones pornográficas y qué tipo de beneficio o perjuicio puede traer este contenido. Después de todo, si la pornografía ejerce un efecto similar al alcoholismo, usted corre el riesgo de, al menos, volverse un dependiente de la misma.
Si usted quiere sorprender a su compañero y mejorar su vida sexual, el primero paso es buscar fuentes que estén de acuerdo a sus valores. Un consejo es el curso “Sexo en un Matrimonio Blindado”, realizado por el matrimonio de Renato y Cristiane Cardoso. El contenido está disponible en la plataforma Univer (en portugués). Pero si la pornografía ya forma parte de su vida cotidiana, tome una actitud y líbrese de ella.
Siga estos consejos
Decídase: evite conversaciones inapropiadas en sitios, e-mails, redes sociales o incluso personalmente.
Elimine: borre de sus dispositivos electrónicos videos y fotos. No ingrese a links para navegar ni descargue material con atractivo sexual.
Limpie: analice sus redes sociales y deshágase de amistades que estimulen ese tipo de asunto o práctica.
Persista: use la disciplina y la fe para combatir el problema y evitar recaídas.
Manténgase ocupado/a: busque utilizar su tiempo con contenidos que le aporten beneficios.
Pida ayuda: Desahóguese y converse con personas que puedan ayudarle a vencer el problema. El Godllywood cuenta con voluntarias preparadas para tratar el asunto.
Fuente: Blog de la Cristiane Cardoso. Ingrese al blog aquí.
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