El obispo Milton César Monteiro, de 42 años, y su esposa Cristiane, de 41 años, se conocieron en la adolescencia y se enamoraron, pero esperaron 3 años para ponerse de novios y, cuando se casaron, enfrentaron muchos desafíos.
Responsables por el trabajo de la Universal en el estado de Paraíba, ellos contaron en una entrevista especial a Folha Universal, cómo fue la infancia de ambos y cuáles fueron las dificultades que enfrentaron en la vida.
¿Cómo fue la infancia de ustedes?
Él: Nací en la ciudad de Nilópolis, en Río de Janeiro, Brasil. Mi infancia fue muy conflictiva, no conocí a mi padre ni a mi hermano, porque mi madre lo dio en adopción después de que nació, porque mi abuelo le ordenó que eligiera a uno de nosotros dos. Crecí en medio de muchas peleas, vi a mis tíos golpeando a mi madre y eso me indignaba. A los 7 años fui abusado sexualmente por un hombre mayor que decía que era mi amigo y después de eso, comencé a sentirme atraído por los hombres. A los 16 años tuve varias relaciones homosexuales, frecuentaba discotecas gays hasta que, cuando estaba a punto de cumplir los 17 años, mi madre falleció, víctima de rituales. Eso me perturbó aún más, enloquecí, me deprimí y comencé a tener los mismos síntomas físicos que ella tenía. No quería ver a nadie más, me escondía de todo y de todos.
Ella: Yo también nací en la ciudad de Nilópolis. Mi familia era muy unida, pero mi madre enfrentaba una guerra muy grande por mi padre, el problema de la bebida alcohólica. Cuando era una niña, siempre íbamos a buscarlo a los bares. Ella hacía brujerías para que él dejara el alcohol, pero, cuanto más brujerías hacía, más él bebía. Esto me hizo crecer con muchos conflictos interiores: depresión, timidez y miedo.
¿Cómo llegaron a la Universal?
Él: Un día sintonizando la radio en la que siempre escuchaba funk,hubo un programa muy diferente, un pastor estaba haciendo una oración e invitando a los oyentes a ir a la Universal. Días después, sentí la presencia de espíritus malignos a mí alrededor, recordé el testimonio que había escuchado en la radio e inmediatamente pensé, “Voy a conocer esa iglesia”. El primer día no entendí nada, pero sentí que debería volver al día siguiente. Manifesté con espíritus malignos durante siete meses seguidos. Después de eso, me liberé de los males y ya no tenía el deseo de salir con hombres.
Ella: Viendo el sufrimiento de mi madre, una tía la invitó a ir a la Universal. Ella aceptó enseguida porque estaba desesperada en búsqueda de una solución. De a poco, mi familia se liberó. Cuando tenía 14 a punto de cumplir 15 años, decidí entregarle mi vida a Dios y pronto entré al grupo de la Fuerza Joven.
¿Cuál fue la reacción de la familia? ¿Ustedes se imaginaban en el Altar?
Él: Mi abuelo servía a los espíritus y, como yo vivía con él y con mi abuela, sufrí muchos prejuicios. Entonces decidí servir al ejército a los 18 años y me fui de mi casa. Allí también sufrí represión, se burlaban de mi fe, me golpeaban, pero yo estaba seguro de lo que quería: el Altar. En esa época ingresé al grupo de la Fuerza Joven.
Ella: No tuve problemas con mi conversión, porque toda mi familia comenzó a frecuentar la Universal. Siempre vi la dedicación de mi madre y de mis hermanas como obreras y eso me llamaba la atención, fue cuando el deseo de ganar almas nació dentro de mí y, con 17 años fui levantada a obrera.
¿Cómo se conocieron?
Él: En la Fuerza Joven de la iglesia. Solo que yo creía que ella era obstinada. Casi un año después, nos acercamos, y me di cuenta que lo que yo sentía por ella era más que una amistad.
Ella: Yo tenía 15 años y él 17. Al principio, él no me gustaba. Yo era seria, él extrovertido y eso me alejaba. Solo que al mismo tiempo que lo condenaba, me interesaba porque era muy simpático.
¿Cuánto tiempo estuvieron de novios y cuándo se casaron?
Él: Yo solo quería ponerme de novio cuando ya fuera pastor, entonces pasamos 3 años solo conversando. Hasta que, cuando tenía 19 años, ya como pastor y ella como obrera, nos pusimos de novios.
Ella: Fue un año y tres meses de noviazgo, y en ese momento tuve la certeza de lo que yo quería en la Obra de Dios y con él. Cuando me casé, tenía 19 años y él 20.
¿Cómo fue la etapa de adaptación al principio del matrimonio?
Él: Después de casados fuimos a Nova Iguaçu. Enfrentamos desafíos en los primeros 5 años. Yo vine de un mundo complicado, tuve poca relación con las mujeres, solo había estado con hombres, entonces fue difícil adaptarnos. Si yo hacía algo que a Cristiane no le gustaba, ella se quedaba una semana sin hablarme y yo actuaba igual con ella. Pero de a poco entendí que teníamos que adaptarnos y aprender a ceder.
Ella: Yo siempre fui muy apegada a mi familia, entonces, cuando nos casamos, me sentí sola, quería mucho la atención de Milton. Hoy, cuando tenemos algún problema, nos sentamos y aclaramos todo, no dormimos con esa preocupación.
¿Ustedes tienen hijos? ¿Cómo fue esa decisión?
Él: Hace siete años me asusté porque no esperaba el embarazo de Cristiane. Fuimos conscientes que el trabajo se duplicaría.
Ella: Mis ovarios no funcionaban. Entonces, al principio, nos quedamos en estado de shock. Pero nos adaptamos. Nos enfocamos en mostrarle a nuestra hija la importancia de la fe, y ella ya forma parte del Godllywood Girls.
¿Qué es lo que más les gusta uno del otro?
Él: Su trato cariñoso conmigo, siempre está dispuesta a mi lado y es muy amigable.
Ella: La perseverancia, la dedicación con el pueblo y con la fe.
¿Qué ha sido lo que más los ha marcado desde el momento que comenzaron a frecuentar la Universal hasta hoy?
Él: Cuando tenía 19 años conocí a mi padre. Yo era de la Fuerza Joven y estaba haciendo la reunión en la iglesia. Algunas personas me dijeron que había un señor que quería que yo lo atendiera. Cuando este señor llegó y se identificó como mi padre, fue algo que marcó mi vida.
Ella:Para mí fue ser madre después de 14 años de matrimonio. Fue muy difícil, porque, cuando nuestra hija tenía un mes, fuimos trasladados a Rio Grande do Sul y, para mí, fue una gran experiencia estar en un estado diferente con una bebé que dependía de mí. Maduré mucho en esa época.
Ustedes fueron consagrados recientemente, ¿cómo recibieron la noticia?
Él: Estábamos en Maranhão cuando el obispo Clodomir me dijo que seríamos consagrados en el Templo de Salomón. Fue una sorpresa muy impactante. Yo no lo esperaba. Esto significa la unción de Dios sobre nuestra vida y es una responsabilidad aún mayor.
Ella: La primera cosa que hicimos fue doblar nuestras rodillas en nuestra habitación y pedirle a Dios misericordia y condiciones para cumplir la misión que Él nos estaba dando.
¿Qué mensaje ustedes les dejan a los lectores de Folha Universal?
Él: Que el mismo Dios que cambió mi vida puede cambiar la vida de cualquier persona, sea quien fuere. Él hizo milagros en mi vida y esta es la mayor señal que indica que no importa lo que usted esté pasando, porque, si tiene fe, encontrará la solución.
Ella: Yo quería dejar un mensaje a las obreras y a todas las mujeres que desean estar en el Altar y hacer la Obra de Dios: esté siempre con el corazón vuelto hacia Dios. Si usted quiere tener una familia transformada y feliz, haga lo que yo hice, póngalo a Dios en primer lugar.
Perfil del matrimonio:
Un gran deseo:
Él: Ver que todas las personas nazcan de Dios
Ella: Ver a mi hija nacida de Dios.
Un libro:
Él y ella: David, un hombre según el corazón de Dios
Comida favorita:
Él: Arroz, porotos, bife y papas fritas
Ella: La lasaña de mi madre
Una película:
Él: El Patriota
Ella: Un amor para recordar
Un hobby:
Él y ella: Ir al cine.
Un deporte/ Actividad física:
Él: Fútbol
Ella: Caminar
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