A fin de septiembre, la ex novia del actor norteamericano Jim Carrey, Cathriona White, (foto de abajo) fue encontrada muerta por dos amigos en su casa en Los Ángeles. La policía presume que la joven cometió suicidio por sobredosis de pastillas. Cathriona era maquilladora y tenía 28 años. Los sitos Radar-Online y TMZ divulgaron que la joven le dejó una nota dirigida a Jim Carrey, con quien había roto un noviazgo hacía pocos días.
Los mensajes publicados por la joven en la red social Twitter indicaban que algo no estaba bien. En una de ellas, escribió, citando una frase del poeta William Butler Yeats: “Hadas vengan, llévenme de este mundo opaco para montar el viento con ustedes. Correr en la cresta de la marea despeinada y danzar por encima de las montañas como un fuego”. En su última publicación, hecha el 24 de septiembre, Cathriona dejó una especie de despedida. “Cerrando sesión de Twitter. Espero haber sido una luz para todos mis allegados y queridos. Los amo”, registró. La causa de la muerte aún no fue confirmada.
Problema mundial
La hipótesis de Catrhiona llama la atención sobre un problema serio, que está presente en todas las clases sociales y edades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año, casi 1 millón de personas se suicidan en el mundo. El suicidio ya es la segunda principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años y cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo.
¿Qué la llevó al suicidio?
El deseo de darle fin a la propia vida puede ser generado por diferentes motivos. La voluntaria y portavoz del Centro de Valorización de la Vida (CVV), Adriana Rizzo, destaca que la persona que piensa en suicidarse tiene dificultades en hablar abiertamente sobre sus sentimientos. “Es importante resaltar que difícilmente el suicidio ocurre por un motivo aislado, pero sí por la acumulación de situaciones y la dificultad que la persona tiene en lidiar con ellas y los sentimientos generados”, afirma.
La depresión es uno de los principales factores de riesgo, al lado de las enfermedades mentales como la esquizofrenia. La separación, el desempleo, la sensación de rechazo, el aislamiento social y la pérdida de un ser querido son hechos que pueden desencadenar el deseo de morir, así como las persecuciones en la escuela, los problemas familiares y las condiciones de salud. El abuso del alcohol y otras drogas puede agravar la situación de quienes sienten mucha angustia.
¿Es posible evitarlo?
La OMS afirma que el 90 % de los suicidios pueden evitarse. Adriana explica que los padres, familiares y amigos deben estar atentos mientras una persona dice que piensa en morir, escribe frases pesimistas en internet o pierde el interés por actividades que antes le daban placer. Al darse cuenta de estas señales, es importante ofrecerse para hablar y escuchar sin juzgar. El diálogo puede evitar muchas muertes. “Si los padres tienen dificultades para hablar con sus hijos sobre eso, deben sugerirles un amigo, el CVV, alguien de confianza”, aconseja Adriana. Para aquellos que están pasando por un momento difícil, la sugerencia es desahogarse y buscar ayuda.
La psiquiatra María Cristina de Stefano explica que, en muchos casos, las señales son difíciles de identificar porque la persona oculta la angustia y no busca ayuda. La especialista advierte que los prejuicios, la falta de información, el miedo que las familias tienen de hablar sobre el tema y las bromas en torno al tema agravan el problema. “El problema es que algunos evitan la pregunta o dicen simplemente “eso ya va a pasar” o “es una tontería”. Si una persona juega con el valor de la vida, eso debe tomarse en serio, no lo hace solo para llamar la atención “, dice.
Según María Cristina, muchas personas que se suicidaron pasaron por algún servicio médico en los últimos tres meses de vida. Por eso, ella resalta que los equipos de salud también deben estar preparados para investigar la vida emocional del paciente y encaminarlo a una orientación especializada. “Además del problema concreto que lleva a la persona al médico, el equipo debe preguntar si tiene alguna acerca de la vida.”
La luz que disipa el dolor
El pastor Luiz Moraes cuenta que la idea de suicidio es un intento de eliminar el dolor generado por las presiones financieras, familiares y sentimentales, pero también tiene otra fuente. “Este pensamiento de que el problema no tiene solución en realidad no es de la persona, sino de una fuerza del mal que la hace creer eso. Cuando la persona se libera de esas ideas puestas por los espíritus malignos, los pensamientos se van y ella es libre”, afirma. El pastor dice que es necesario buscar ayuda espiritual y garantiza que se puede recuperar el placer de vivir.
Aunque la presión parezca insoportable para quien la sufre, él aclara cómo puede cambiar la persona. “Existe una persona que tiene el poder de quitar todo el sufrimiento y es la Única persona que nunca decepcionó a nadie que lo haya buscado. Lo que usted necesita es una luz que ilumine su interior. Jesús dijo: “Yo soy la Luz del mundo” (Juan 8:10). Busque esta Luz y sea feliz”, concluye.
Los jóvenes contra el suicidio
En Río de Janeiro, aproximadamente, 60 personas se turnan para ofrecer atención online gratuita a las personas que piensan en el suicidio. Ellas hacen parte del grupo SOS Joven, que este año ya atendió a más de 3 mil jóvenes en todo el país. En Internet y en las calles el grupo promueve la campaña “No Estás Solo”.
“Muchos jóvenes llegan desesperados, sin una dirección, muchos dicen que no saben más qué hacer. Algunos practican la auto mutilación. Ellos relatan problemas con familiares, drogas, relaciones, vicios en juegos electrónicos”, explica Rodrigo Tavares, coordinador de la iniciativa.
Él agrega que muchos jóvenes sufren en silencio. “A veces la persona siente una presión a causa de los problemas, pero no se los cuenta a nadie.”
Usted no está solo
La vida de todo ser humano está marcada por conquistas y muchos desafíos. Durante nuestra caminata, es común que nos encontremos con situaciones que provocan miedo, angustia, culpa, preocupación o ansiedad.
En algunas ocasiones, las dificultades parecen tan grandes que llegamos a creer que nada va a salir bien, ¿no es verdad? ¿Quién nunca pensó en desistir después de una derrota o una decepción? Tener un mal día es normal. Equivocarse es normal. El gran desafío es luchar para que las presiones no se transformen en monstruos dentro de nosotros.
El deseo de morir está conectado a la acumulación de sufrimiento. Cuando permitimos que la tristeza crezca, ella ocupa espacio y nos aísla del mundo. A pesar de todo, siempre existe una salida, una nueva oportunidad, un nuevo camino. Por eso, no tenga miedo de buscar ayuda. El apoyo puede venir de amigos y familiares, pero también de desconocidos. Hable sobre su problema y descárguese. Recuerde: usted no está solo.
El fin del noviazgo fue fatal
Marina Zanchetta, tiene 27 años, (Foto de al lado)está graduada en marketing y trabaja en una multinacional. Hoy ella se considera feliz. Pero, hace algunos años, la joven pasó por un sufrimiento que la llevó a pensar en el fin de su vida. “Crecí viendo peleas entre mis padres. Mi padre era agresivo, bebía, maltrataba a mi madre y algunas veces ella amenazaba con suicidarse”. Cuando creció, Marina se vio en una relación destructiva. “Yo no quería pasar por lo que mi madre pasó. Sufrí dos agresiones físicas, sabía que aquello me perjudicaría, pero no lograba desprenderme”, dice.
La relación enfermiza le provocaba pensamientos negativos. “Yo pensaba que nunca sería feliz, entonces mejor morir rápido que vivir sufriendo.” Después que terminó su noviazgo, Marina cruzó la calle sin mirar a los vehículos y casi fue atropellada. Después del episodio, ella decidió buscar ayuda. “Cuando decidí tirarme delante de un vehículo, recordé que tenía una salida, una puerta. Comencé a participar de la “Terapia del Amor” y aprendí a valorarme. Los pensamientos de muerte salieron de mi cabeza, fue un alivio”, resume.
Sufría por los problemas familiares
A los 12 años, Paulo Henrique Soares planeó quitarse la vida. En esa época tenía problemas económicos, que incluso persistieron cuando su madre consiguió un empleo. “Me quedaba mucho tiempo solo, me sentía triste y muchas veces tenía ese pensamiento de morir. Además de todo, sufría bullying en la escuela y me sentía feo.”
Él dijo que un día fue a la cocina dispuesto a terminar con todo. “Mi madre estaba trabajando y mi hermana no estaba en casa. Pasaba por mi cabeza que mi vida solo empeoraría, era una angustia inexplicable. También tenía hambre y no había nada para comer. Fui hasta la cocina y agarré un cuchillo, pero luego pensé que eso no serviría”, relata.
El joven le dijo sobre esas ideas a un amigo, que lo invitó a participar en las reuniones de la Universal. “Fue muy importante contarle a él, me quité un peso, una carga que estaba dentro mio”, afirma Paulo, agregando que hasta pudo ayudar a una amiga con su historia. Hoy, él estudia periodismo y hace pasantías. “Me gusta vivir y ayudar a otras personas.”
Calameo
Esté atento
Sepa cómo identificar las señales que indican que una persona puede estar pensando en suicidio
- Cambios de humor y agresividad
- Frases pesimistas como, “La vida no vale la pena”, “no sé qué estoy haciendo aquí”, “no aguanto más”, “quiero morir”
- Alteración en las horas de sueño
- Aislamiento social
- Aumento en el consumo de sustancias psicoactivas, como café y chocolates, y abuso de alcohol y drogas ilícitas
- Angustia constante y miedo relacionado a las situaciones cotidianas
- Mucha dificultad en lidiar con las pérdidas
- Caída repentina del rendimiento escolar o profesional
- Pérdida del interés por las actividades que antes le daban placer, como leer, ver películas, ir a fiestas, salir con amigos
Cómo ayudar
- Acérquese a la persona y muéstrele que usted puede ayudarla
- Ofrézcase para conversar y escuche sin hacer críticas o acusaciones
- Indique organizaciones que ofrecen apoyo, como SOS Joven, La Fuerza Joven Universal, la Universal
- Trate el tema con seriedad, sin bromas ni prejuicios
- Sugiera que la persona busque ayuda médica especializada
- Haga oraciones e intente mostrarle a la persona la importancia de la vida.
¿Usted piensa en quitarse la vida? Busque ayuda. Su vida vale mucho
- Busque ayuda de alguien de confianza
- No tenga vergüenza de hablar sobres sus angustias y miedos
- Sepa que usted no estás solo y siempre existe alguien para ayudarlo
- Busque una institución que ofrezca apoyo emocional y descárguese
- Recuerde que el sufrimiento puede superarse
Si usted se ha sentido débil delante de tantas luchas, si los problemas y las muchas responsabilidades lo han sofocado y ha sentido ganas de quitarse la vida, acérquese a una Universal cercana a su domicilio, vea las direcciones ingresando aquí.