“Usted va a morir.” Esas fueron las palabras escuchadas por la niñera estadounidense Michele Elbertson a los 23 años de edad. Michele era obesa mórbida, se alimentaba básicamente de comida rápida y tenía dificultad para respirar después de caminar pocos metros, incluso en línea recta. Después de realizar exámenes médicos, el responsable de su atención fue taxativo:
“Él me miró seriamente y me dijo que, si yo continuaba en ese camino, no iba a vivir para ver mis 27 años de edad”, recordó Michele en una entrevista al periódico inglés Daily Mail. “Yo sabía que era obesa mórbida, pero ese fue el momento en el que me di cuenta de que necesitaba hacer algo al respecto. No era más solo una broma sobre mi peso, era vida o muerte.”
Desde niña Michele había tenido el peso por encima de lo normal para su edad. Los niños de la escuela y del barrio se burlaban de ella, lo que la hacía comer aún más. Se convirtió en un círculo vicioso que la transformó en una joven a punto de morir por pesar casi 194 kilos.
El cambio en la vida
En el momento en el que oyó su sentencia de muerte, Michele Elbertson decidió cambiar de vida. Se realizó una cirugía para restringir la ingestión de alimentos y, para que esa operación funcionara, cambió radicalmente su alimentación, comenzando a comer saludablemente. También se sometió a una cirugía para retirar el exceso de piel de su cuerpo, porque ese exceso estaba causándole infecciones. De allí en más, el cambio se dio debido a actividades físicas.
Hoy, a los 30 años de edad, la muchacha pesa 87 kilos, una medida saludable para su cuerpo. Michele, que hace algunos años no podía caminar hasta el final de la cuadra, ya participó de 50 medias maratones (21 kilómetros), de 30 maratones (42 kilómetros), dos maratones de 50 millas (80 kilómetros) y una de 100 millas (160 kilómetros).
Hoy, además de saludable, es feliz.
No todos son avisados
Al contrario de lo que sucedió con la joven estadounidense, la mayoría de las personas no recibe una previsión de cuánto tiempo vivirá. La propia Michele podría haber salido del consultorio médico y haber sufrido un accidente ese mismo día. Los 4 años se convirtieron en algunos minutos restantes de vida. El hecho es: la vida termina sin previo aviso. Y por eso es necesario garantizar la Salvación del alma inmediatamente.
Muchas personas creen que, por ser jóvenes o saludables, tienen mucho tiempo antes de que algo les suceda. “Una de las mayores lecciones que aprendí sobre el tiempo es que yo tengo que aprender a generar mis oportunidades aquí, ahora mismo”, afirmó el escritor Renato Cardoso en una reunión realizada en Londres, Inglaterra.
De acuerdo con él, el hombre no puede ser tan arrogante, orgulloso y vanidoso al punto de creer que puede controlar el tiempo, porque no puede. Todos los días el hombre tiene la oportunidad de actuar en búsqueda de su Salvación y necesita aprovechar esas oportunidades inmediatamente.
“No puedo vivir mañana las cosas que están aquí para ser hechas por mi hoy, como mi Salvación”, explicó él. “Vuélvase a Dios mientras puede, mientras es capaz de encontrarlo. Hoy es el día de la Salvación.”
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