Leandro: “Con 14 años entré en el mundo del vicio. Pero mi familia se enteró mucho después, recién cuando llegué al fondo del pozo. No quería más vivir así y pedí ayuda.
Empecé fumando tabaco, algo que parece inofensivo, lo hice para no desagradar a mis ‘amigos’, para no ser excluido del grupo.
Después empecé a tomar alcohol. Me juntaba con chicos que fumaban marihuana y como los veía más alegres, diferentes, sentí curiosidad y probé la marihuana. Empecé fumando una vez por semana y finalmente terminé consumiendo a diario.
Después pasé al LSD y al éxtasis, todo de a poco, pero fue cada vez peor. Llegué a drogarme con bencina, no me preocupaba por mí, sino por la droga, era lo único que ocupaba mi mente. No compartía tiempo con mi familia ni me cuidaba, ya no me cortaba ni el pelo. Recuerdo que trataba de disimular al máximo, le decía a mi mamá que la quería, fingía ser un chico normal, por eso mi familia se enteró cuando estaba muy mal. Les hablé y fue un momento muy duro para todos.
Mi abuela luchó por mí con fe y gracias a Dios hoy estoy curado, libre de los vicios y deseo servir a Dios en el Altar para ayudar a las personas que están presas de los vicios como un día lo estuve yo”, afirma.
Pablo: “Empecé a consumir marihuana, cocaína y pastillas a los 14 años. Tiempo después probé la pasta base. Por culpa de los vicios había muchas peleas en casa, discusiones con mis padres y mis hermanos. También tenía peleas en la calle, terminaba siempre mal, estaba constantemente al borde de la muerte, todo por culpa de las drogas.
Antes de consumir mi vida era normal, tranquila, no tenía riesgos de ningún tipo, pero cuando empecé a drogarme me metí en la delincuencia y las malas compañías hicieron un desastre en mi vida. Vivía al borde de la muerte.
Para drogarme llegué a vender mis cosas y también a sustraer cosas de mi casa para venderlas y así tener plata para consumir más.
Gracias a Dios conocí el tratamiento de la Cura de los Vicios y me liberé. Hoy no consumo ni tengo ganas de hacerlo, nunca más regresó el deseo de consumir, me alejé de las malas compañías y mi familia está restaurada”.
Participe usted también de la reunión de la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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