“Yo apacentaré mis ovejas y las llevaré a reposar—declara el Señor Dios. Buscaré la perdida, haré volver la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré la enferma; pero destruiré la engordada y la fuerte. Las apacentaré con justicia.” Ezequiel 34.15-16
Quien hace su parte de ir en busca de los perdidos y confiar en la Palabra de Dios, sabe que lo demás es trabajo del Espíritu Santo, Su poder de traerlos a sus pies, de sanar y fortalecer. Pero el egoísta que sólo piensa en su comodidad, sufrirá el juicio del Justo Juez en la eternidad, pues no veló por su alma ni por el alma del prójimo.