¿Alguna vez ha estado en una situación peligrosa, de la cuál fue salvado por alguien que apareció en el momento justo para ayudarlo? Esto es lo que normalmente las personas esperan de los demás. Sin embargo, una motociclista no tuvo la misma suerte en Fuzhou, capital de la provincia de Fujian, en China.
Las imágenes de una cámara de seguridad, frente al lugar donde la mujer se encontraba, registraron el momento en el que ella se preparaba para subir a su motocicleta, alrededor de las 20 h. El vehículo estaba estacionado en una calle aparentemente tranquila, con comercios ya cerrados y el clima presentaba una fina llovizna. De repente, un hombre aparece en la vereda, se le acercó y la tomó por la fuerza. Mientras ella intentaba librarse del acosador, nueve personas, entre hombres y mujeres, pasaron por delante de ellos y ninguno se acercó a ayudarla.
De acuerdo con el periódico chino People´s Daily Online, la mujer dijo que estaba utilizando su celular cuando el hombre, de mediana edad, se le acercó llamándola y la atacó, diciéndole que a él ella le gustaba y que “nadie vendría a ayudarla” –, y fue exactamente lo que sucedió.
Las imágenes fueron obtenidas por la mujer – que no reveló su identidad – y publicadas por ella misma en las redes sociales en búsqueda de justicia.
Mire a continuación, el video difundido por el periódico británico Daily Mail:
Ante la frialdad del ser humano, surge una pregunta: ¿Y si la mujer atacada fuera usted, le gustaría ser ayudada o ignorada? Por supuesto que ayudada, ¿no es verdad? Cuando nos ponemos en el lugar del otro, la vida pasa a tener otro sentido. Esto sirve en todos los aspectos. Por ejemplo: ¿A usted le gustaría ser traicionado, lastimado, robado o engañado por alguien? Entonces, no haga lo que a usted no le gustaría que le hicieran.
Si comienza a mirar la vida desde esa perspectiva, poniéndose siempre en el lugar de las personas que están a su alrededor, usted será más sensible y comprensivo ante el dolor ajeno.
En la Biblia, el apóstol Pablo nos enseña a imitar su ejemplo de fe y modo de vida, así como él fue un imitador de Cristo (lea 1 Corintios 11:1).
Cuando usted se encuentre frente a una situación en la que se debe hacer algo, pregúntese a sí mismo: ¿Cómo actuaría el Señor Jesús si Él estuviera en mi lugar?
Usted puede haber tenido una excelente actitud ayer, pero eso no significa que no pueda hacer lo mejor hoy de nuevo: “Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.” (2 Tesalonicenses 3:13)
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