Una investigación publicada por LifeWay Research mostró que el 57 % de las personas que frecuentan una iglesia, en los Estados Unidos, cree que es difícil entender la Biblia cuando la leen sin la ayuda de un pastor.
La encuesta también mostró que el 82 % de los entrevistados cree que los textos de la Biblia pueden tener significados diferentes entre los lectores. Este dato puede representar que un gran grupo de personas aún no entendió el mensaje central de la Biblia, de modo que cada individuo ha tenido una opinión diferente sobre lo que está escrito.
Un representante del estudio contó que se sorprendió al notar que, cuando el tema es la fe, algunos cristianos priorizan sus propias opiniones en lugar de basarse en la Palabra de Dios. También resaltó que la Biblia es atemporal y una fuente inmutable.
La Biblia es la voluntad de Dios para nuestra vida
Es de suma importancia entender que toda la Biblia es inspirada por el Espíritu Santo y apunta hacia la figura del Señor Jesús y a la misión que vino a realizar aquí en la Tierra. Este es el mensaje del Evangelio en su raíz.
Por eso, no debemos leer la Biblia como si fuera un libro común. Sin embargo, hay algunos puntos que lo pueden ayudar durante la lectura de las Escrituras. Verifique:
1.º Lea con calma
Es importante meditar sin prisa en lo que está escrito. Porque la lectura rápida hace que la persona no se dé cuenta de los pequeños detalles de los versículos. Por esa razón, respete la puntuación, que es una pausa para separar las ideas de una manera coherente. Identifique quién es la persona que está hablando: ¿Es Dios? ¿Es un apóstol? ¿Es un personaje de una narración o de una parábola? ¿Hacia quién está dirigido este mensaje?
2.º El contexto del pasaje bíblico
La Palabra de Dios no se detiene en el tiempo y sirve para cualquier época. No obstante, cada pasaje del Texto Sagrado se escribió dentro de un periodo, de una cultura. Por eso, busque identificar cuál es el contexto del pasaje que usted está leyendo. ¿Cuáles son las circunstancias del autor en ese momento? ¿En qué lugar estaba cuando lo escribió? ¿Cómo era la cultura de esa época?
3.º Lea todos los días
Es recomendable que separe un horario por la mañana para hablar con Dios y leer la Biblia. Si la primera voz que usted escucha en su día es la del Altísimo, algo especial sucederá en su interior. Porque Él mismo promete que Su Palabra no volverá vacía (Isaías 55:11).
“Tome la Santa Biblia, ábrala en cualquier página y léala. Si no entiende, dé vuelta la página. Siga adelante. Estoy seguro de que, en una de esas palabras que lea, Dios le hablará y usted se levantará, se erguirá sin la necesidad de alguien (sino del Espíritu de la Palabra de Dios). Lea la Biblia. Un pequeño fragmento. No necesita leer mucho. El Espíritu Santo le hablará personalmente y le hará entender lo que Él quiere de usted. Haga la prueba”, enseñó el obispo Edir Macedo durante una meditación.
El obispo agregó que cuando leemos la Biblia es Dios el que habla con nosotros. Como el Señor Jesús explicó: “… las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”, Juan 6:63.
Permanezca en la presencia de Dios
De esta manera, cuando el Espíritu de Dios entra en nuestra mente, abre nuestro entendimiento y comenzamos a ver las cosas como Él.
Lo más importante es que la persona tenga conciencia del valor de la lectura bíblica. Por tal motivo, aunque usted encuentre dificultad para entender la Biblia, siga perseverando, porque, al leerla, su mente se abrirá para lo que proviene del Reino de Dios.
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