Yesica viajó al Templo de Salomón porque siempre supo que este no es un destino turístico como cualquier otro: “Fui tres veces al templo y en cada una de las veces, tuve una experiencia diferente.
La primera vez, estaba pasando por un momento difícil en mi vida.
En ese tiempo, me di cuenta que necesitaba ser mejor para Dios.
El viaje me sirvió mucho, fui renovada. Volví fortalecida para poder superar lo que me estaba pasando.
Mi segunda oportunidad fue durante la caravana de la FJU. Fue inolvidable, Dios me dio una nueva visión como sierva de Dios.
Por último, fui este año con un propósito personal, por un familiar con muchos problemas de salud.
Pude traerle el agua al pozo del Templo y hoy ese familiar está mucho mejor gracias a Dios. Sin dudas, iría nuevamente” finaliza.
[related-content]