Una tarde a pura fe en Corrientes, donde centenas de personas participaron buscando la bendición para sus familias.
Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:11-12
Jesús nos da la oportunidad de aprender de los errores de los demás. Nosotros nos equivocamos, pero peor que pecar, es no ser humilde en reconocer el error. Es no pedir perdón a Dios, no perdonarse ni perdonar a quien lo ofendió.
¿Qué debo hacer para no errar más?
• Ser humilde para reconocer el error, ya que eso afecta a las personas que rodean tu entorno.
• Pedir perdón, principalmente a Dios.
• Y, finalmente, pedir perdón a quien te ofendió.
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Mateo 22:37-40
Muchas parejas no funcionan porque ignoran al creador del matrimonio.
Cuando ponés a una persona en el lugar de Dios, dejás de ser protegido por Él.
Valorás tu alma cuando cuidás cada actitud, pensando en primero agradar a Dios.
Cuando aprendés a amar a Dios en primer lugar, aprenderás a amar a la persona correcta de la misma manera que Dios te ama a vos.