La Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) viene realizando reuniones por el mundo con el propósito de buscar el fortalecimiento espiritual y la unión en los hogares. Recientemente, en Francia, los familiares de los obreros recibieron una consagración especial durante un encuentro de fe.
Hoy en día, frente a la violencia doméstica, el consumo de drogas y la separación; la paz familiar y la restauración del matrimonio se convirtieron en búsquedas constantes de la sociedad.
Después de la consagración, el obispo Vítor Silva dio su propio testimonio. Él contó que era alcohólico y que era muy agresivo bajo los efectos del alcohol. También con el vicio del cigarrillo, contrajo una enfermedad en los pulmones; y encima criticaba a su esposa que comenzó a frecuentar la iglesia.
Sin embargo, su esposa, aun bajo sus amenazas de separación, no se dejó llevar y perseveró. Después de 9 meses de lucha, el obispo Vítor comenzó a frecuentar la iglesia. En poco tiempo él fue liberado, su vida fue transformada y se volvió una nueva criatura.
Al final de la reunión, el obispo Eduardo Bravo hizo una oración en favor de todas las familias allí presentes que, en búsqueda del cambio, volvieron a sus casas renovadas y con una base familiar más unida en la presencia de Dios.