El día siguiente
Laura es una joven que terminó su noviazgo con un hombre admirable. Ni ella sabe el motivo de esa decisión, tampoco comprende que el distanciamiento fue sucediendo de a poco, y de forma tan delicada, que cuando se dio cuenta, ya se encontraba demasiado lejos de él. Laura pasó a querer llenar esa falta, pero su tristeza, en el fondo, es saber que su amor no está en los lugares en los que lo busca. El dilema de Laura es intentar reencontrar a su amado, que un día fue despreciado, y que ella teme que la rechace.
Debería ser un día de descanso, pero los domingos suceden tantas cosas, hay tantas invitaciones. Pero estaba aburrido. Un día muy aburrido sin nada qué hacer.
Nos la pasamos haciendo zapping en la televisión y todo lo que se ve son personas que se dicen más felices, más bonitas y más inteligentes que uno. Con rarísimas excepciones.
Este domingo, el teléfono no sonó, nadie me llamó y, a decir verdad, quería que eso sucediera. Pero lo gracioso es que, cuando más me calmaba, más funcionaba mi mente sin parar – parece la relación inversamente proporcional de la matemática.
Fue en ese instante que recordé la época en la que estuve de novia. No sé si usted ya se sintió como un pez fuera del agua y sin fuerzas para respirar. Me sentí exactamente así. Después de él, intenté otras relaciones sin sentido, pero que para mí tenían todo el sentido. Como Beto.
Beto era uno de esos “buenos muchachos”. Al principio no estaba muy interesada en él, pero la insistencia de mis amigas empezó a molestarme. Siempre había una que decía: “¡Dejá de ser tonta! ¿No ves que él está interesado en vos?”. Y como yo estaba más para el sí que para el no, acepté todas las sugerencias.
Pero el enamoramiento duró poco. Si llegó a tres meses fue mucho – ¡y no estoy exagerando! Al principio él era romántico, después, sin embargo, se fue mostrando distante e insensible.
Comencé entonces a culparme. “Debo ser yo”; “No, es porque engordé un poco”; “Ay, seguro que fue por la última charla”, y así. Vi, no obstante, que no era nada de eso. No tenía que ver conmigo, y lo que descubrí fue lo que más me impactó.
Espere la continuación…