¿Quién no ha dicho alguna vez la frase «buenos y viejos tiempos»? ¿Usted sabía que muchas veces este sentimiento de nostalgia, de recordar el pasado, puede ser un disfraz para el miedo que siente del futuro? En lugar de enfrentar el presente y prepararse para lo que vendrá, muchas personas tienden a refugiarse en sus recuerdos del pasado reviviéndolos como si fuera un mundo perfecto que, en realidad, nunca existió.
Es como el síndrome que tiene la persona que vuelve con su ex. Ella terminó la relación porque no estaba funcionando, pero se queda con la añoranza de los buenos recuerdos vividos. Sin embargo, esa nostalgia tan intensa, hace que se olvide de las cosas malas que vivió con su ex y, de esta manera, sufre más que antes. La persona pasa por momentos de nostalgia que nunca más revivirá, porque todo cambia, las demás personas cambian y nosotros también.
El enamoramiento es una etapa única de la relación. Después, esa pasión da lugar al amor verdadero, el que perdura, sin importar las circunstancias ni las dificultades. Y en la vida espiritual no es diferente. Tal vez, usted se enfrió en la fe, dejó entrar la duda, porque ya no siente lo mismo o porque ya no llora en la oración, esto no significa que esté apartado de Dios, sino que está entrando en la etapa de la madurez.
Así que no busque un mundo ideal que quedó atrás. Esa nostalgia de los buenos viejos tiempos (que no fueron tan buenos), llevan a muchas personas a tropezar, a caminar hacia atrás y ha no avanzar. La Biblia dice: «No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que Yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad», Isaías 43:18-19.
La fe inteligente sabe usar el pasado sabiamente. Nos enseña a mirar donde otros tropezaron para no repetirlo en el presente. La fe es la certeza de cosas que se esperan, de cosas que están frente a nosotros y no detrás. Así que tenga cuidado: usted, que no se prepara para el futuro y vive con nostalgia del pasado, tal vez se encuentre caminando por una pendiente resbaladiza. Despierte, Dios lo llama para cosas nuevas, más grandes y mejores. Use el pasado como referencia, pero nunca como residencia.
En las charlas de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves, la Universal busca concientizar tanto a los casados como a los solteros, sobre la importancia de curar el alma, de invertir en sí mismo y de actuar de acuerdo con la razón.
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