El domingo 14, el obispo Edir Macedo realizó la “Reunión del Encuentro con Dios”, a las 9:30 de la mañana, en el Cenáculo del Espíritu Santo, en Santo Amaro (San Pablo), con la intención de explicar acerca del sacrificio del Señor Jesús. Para comenzar, citó el ejemplo de las personas que ven películas sobre la vida de Jesús y lloran con Su muerte. “No deberían sentirse así. Esa es una fe emotiva. Es un sentimiento equivocado que nosotros vamos a aclarar.”
Partiendo de ese punto, el obispo habló sobre el tipo de sacrificio que los antiguos judíos realizaban, situación citada varias veces en la Biblia. “Ese tipo de acto se volvió necesario, pues el hombre, cuando desobedeció a Dios, en el tiempo de Adán y Eva, perdió el contacto directo que tenía con el Creador.”
Él explica que el hombre se volvió rebelde y dejó de ser justo. “Dios y el hombre eran justos, pero como el hombre quebró esa relación, necesitaba un medio que pudiera expiarlo de sus pecados.”
Era por eso que utilizaban los sacrificios de animales: “De acuerdo con su pecado, cuando él entregaba al sacerdote un animal macho, en perfectas condiciones, que era muerto por el sacerdote, era para expiar sus pecados, que eran enterrados junto con el animal muerto.”
El obispo hace un paralelo con la misión y la muerte de Jesús. “Cuando Él dio Su vida, ocupó el lugar del animal. Para quienes creen en Él, Jesús está asumiendo nuestros pecados que son enterrados con Él.”
El líder de la Iglesia Universal regresó al inicio de la prédica: “Usted no puede llorare cuando ve una película de Jesús, porque usted llora por Él cuando debería llorar por usted, porque su pecado que fue colocado sobre Él. Jesús es el cordero de Dios: Él es llevado a Dios con nuestro pecado, Él murió, entonces, murió nuestro pecado.”
El obispo afirma que cuando una persona no tiene paz es porque su conciencia está impura, con el pecado. “Ahora usted entiende por qué Dios odia al pecado: porque el pecado genera duda y la duda contraría la fe. El precio del pecado genera duda y la duda le impide a usted relacionarse con Dios. El único canal entre usted y Dios es su fe”, concluyó.