Suena el despertador, es hora de levantarse. Está amaneciendo y el trabajo espera. Después de buscar qué ponerse, al fin se decide por algo. Luego abre la ventana de la habitación y nota que hace mucho frío y el cielo de toda la ciudad está nublado, entonces, regresa al placard y toma esa campera negra básica que tanto le gusta usar, además de los guantes, la gorra y la bufanda encantadora.
En el camino hacia el trabajo, los pensamientos le invaden su mente y comienza entonces un bombardeo de problemas, cuentas y más cuentas para pagar. Surge la pregunta: ¿qué hago? Trabajo tanto y no veo resultados. Voy a la iglesia, soy fiel a Dios y nada cambia. ¿Habrá una solución?
Después de tanto cuestionarse, decide escuchar algo que le agrada. Toma el teléfono, conecta el celular, mueve aquí y allá, hasta que sintoniza su radio favorita y escucha el siguiente mensaje:
“Quizás usted se encuentre con un problemas de enfermedad incurable, su situación es crítica y su vida financiera es insufrible. Usted tiene un problema grave y solo hay una manera de resolverlo, usando la fe. Nadie alcanza nada en la vida si no hace algún tipo de sacrificio, todo en la vida exige esfuerzo, sea en el matrimonio, en el amor, en cualquier área es necesario luchar para vencer.
El secreto para cambiar de vida está en el sacrificio que usted ofrece en el altar de Dios, pues ese es el camino más corto entre el querer y el realizar. Dios le dijo a Moisés:
“… sino que el lugar que el Señor vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis. Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas…” Eclesiastés 12:5-6
Dios es representado en este mundo por el altar, que fue hecho para que las personas puedan entregar sus vidas. Nadie agrada a Dios sin fe.
“… Si alguno quiere venir en pos de mí…” – para seguir a Jesús es necesario el sacrificio.
“… niéguese a sí mismo…” – para negar su propia voluntad es necesario el sacrificio,
“… tome su cruz cada día, y sígame.” – seguir a Jesús exige sacrificio (Lucas 9:23).
(Mensaje del obispo Edir Macedo transmitido por la IURD TV y por la radio Red Aleluya el jueves 9 de mayo)
Los auriculares fueron retirados de los oídos, las dudas siguieron viaje acomodadas en el último asiento del ómnibus, el clima ya estaba caluroso, al final, la Palabra de Dios es siempre una brasa viva.