Nadie puede evitar el envejecimiento, pero sí se pueden reducir los efectos del paso del tiempo, en el desgaste del cuerpo y de la mente, para envejecer de manera saludable.
Por su complejidad, el cerebro es el órgano del cuerpo que más cuidado merece, debido a que regula y controla la mayoría de las funciones corporales y cerebrales, como: la respiración, el hambre, la sed, el razonamiento, la atención, la memoria, entre otras cosas.
Si bien los avances científicos han prolongado la esperanza de vida en la población mundial, lo cierto es que se produjo un aumento en los casos de personas enfermas con afecciones no transmisibles, crónicas y progresivas, como lo son: el Alzheimer, la demencia y el Parkinson. Aunque la genética influye en el envejecimiento, lo cierto es que el entorno físico y social también contribuye de manera significativa.
El envejecimiento fisiológico del cerebro comienza después de los 60 años, sin embargo, los expertos recomiendan mantener un estilo de vida sano para contribuir al bienestar físico, mental e intelectual. Por lo tanto, tener una dieta equilibrada, realizar actividad física, dormir ocho horas al día, leer, estudiar y adquirir nuevas habilidades favorecen el envejecimiento saludable.
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