El Congreso para el Progreso es una reunión abierta a todos aquellos que tienen un problema económico. Todos los lunes, las puertas del Templo de la Fe se abren para realizar el mayor Congreso del país, que tiene como propósito ayudar a quienes tienen trabas, embargos, hipotecas, sufren desempleo y también a quienes han sido víctimas de la envidia, que no es apenas un sentimiento negativo ni un estado mental, es un espíritu que ha llevado a que muchos pierdan todo.
Quien sufre con la envidia de los demás enfrenta un gran número de adversidades, que pueden debilitarlo ante sus objetivos y hasta hacerle perder todo lo que conquistó con mucho esfuerzo. Por eso, es necesario que usted reaccione y tome una actitud, no dejándose vencer por un espíritu que busca su ruina.
Esa reacción de su parte, sumada a la puesta en práctica de la fe, lo llevará a mantenerse de pie ante la envidia, no sufriendo sus destructivos efectos. Recuerde lo que está escrito en la Biblia: “Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?”, (Proverbios 27:4). Solamente con la ayuda del Todopoderoso usted podrá sostenerse y vencer este espíritu.
Este próximo lunes, usted está invitado a participar del Combate espiritual contra la envidia que se realizará a las 8, 10, 12 y especialmente a las 16 y 20 h en Av. Corrientes 4070. No deje de participar, porque tendrá la oportunidad de tocar el Arca de la Alianza y hacer que sus proyectos cuenten con la bendición de Dios.
La miseria quedó atrás
Aldo y Angelina: “Antes de llegar al Congreso para el Progreso estábamos en la más absoluta miseria. Yo no tenía trabajo, vivíamos en la calle, era una situación humillante. Mi esposa salía a mendigar para darle de comer a nuestros hijos.
Siendo fieles en la reunión, perseverando, conseguí trabajo y luego me independicé. Hoy tengo mi empresa, con 12 personas a cargo, logré mi casa, cinco locales que tenemos en alquiler y también mi camioneta”.
Adelia: “Llegué al Congreso para el Progreso en la miseria, pero luchando pude conquistar mi propio negocio, que vende en todo el país, y además estamos construyendo nuestra casa tal como la queremos, gracias a Dios”.
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