El ser humano es consciente del tiempo, sabe su edad, sabe que hay 365 días en el año y sabe cuántos años son necesarios para concluir la facultad. Estamos sujetos al tiempo, es decir, no tenemos control sobre este. Una de las consecuencias de eso es que, cuando algo toma mucho tiempo para concluirse, nos desanimamos. Cada vez más queremos obtener todo inmediatamente, y, cuando algo toma más tiempo, buscamos atajos. Por ejemplo, preferimos ver un video explicativo de 5 minutos que leer un libro que hable sobre el asunto, aunque, desde el punto de vista intelectual, el video no se compare al libro.
Por otro lado, el mundo de Dios es muy diferente. No es posible tomar atajos ni buscar una manera de saber todo inmediatamente. Como conoce nuestra naturaleza ansiosa, Él solo nos muestra el primer paso y el resultado final. Observe lo que sucedió en el siguiente caso: Pero el Señor había dicho a Abram: «Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra», Génesis 12:1-3. Dios llenó los ojos de Abraham al mostrarle la visión final y le enseñó a dar el primer paso. Si Él le revelaba a Abraham todo lo que sucedería, no hubiera deseado enfrentar esas luchas.
Ahora bien, piense en su vida. Usted enfrenta luchas y piensa que no tiene más fuerzas para revertir lo que salió mal, y se encuentra de esta manera porque está en medio de la jornada. Tal vez no esperaba tener tribulaciones, pero estas surgieron y ahora se desanima al verlas. Dios siempre orientó dar el primer paso, por eso, debe esforzarse, levantarse, bañarse, vestirse y hacer lo que debe hacer. Usted es fuerte y debe darle la orden a su cuerpo. Si está postrado, es porque su cabeza le está dando esa orden.
Use la fe y haga lo que debe hacer, independientemente de lo que siente. No mire la longitud de su camino, solo siga en dirección a la victoria que Dios ya le mostró. Él le fue fiel a Abraham y a todos hasta hoy. Él también le será fiel a usted. Aunque todo sea difícil, siga adelante, dé un paso más en dirección de donde quiere llegar.
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