¿Cuántas veces escuchó o mencionó la palabra “imposible” en su vida? Ella se repite incontables veces y termina convirtiéndose en una “verdad” para quien la escucha. Según el diccionario de la lengua portuguesa Michaelis, la palabra imposible es descripta como: “… que presenta extrema dificultad de realización”. Observe que la propia definición se refiere a algo de extrema dificultad de realización, no a algo que no puede realizarse.
Sin embargo, hay personas que están pasando por situaciones que ya fueron sentenciadas como insolubles e irreversibles. Por ejemplo, enfermedades para las cuales la medicina aún no encontró la cura; el marido que cambió de manera repentina y se fue “definitivamente”, “no hay solución”; ¿y qué decir del juicio que hace años no avanza ni se muestra favorable a la persona?; el hijo cuya madre ya hizo de todo para que dejara las drogas, pero los especialistas fueron bien categóricos al decir: “No hay nada más que hacer”.
Son tantas situaciones que, a los ojos humanos, realmente parecen “imposibles”, que muchos ya se entregaron a los problemas, a la condición caótica, al desánimo. Estas personas están fragilizadas, adormecidas, cansadas y lo peor: no logran visualizar una salida, un cambio real.
Lo inimaginable se vuelve posible
Por eso, regresando un poco al pasado, hasta 1906, por ejemplo, sería “imposible” cruzar el océano rumbo a otros países, si no fuera en un navío. No obstante, lo imposible se volvió realidad cuando, el 23 de octubre de ese mismo año, en el Campo de Bagatelle, en París, Francia, Santos Dumont voló por primera vez en el 14-Bis. Observe: hoy, ¡el avión es uno de los principales medios de locomoción del mundo!
En 1976, si alguien le dijera a una persona que podría usar un celular para conectarse con otras personas por Internet, incluso estando a un océano de distancia, seguramente, se burlaría de tal afirmación y respondería lo siguiente: “¡Eso es imposible!”. Sin embargo, ese mismo año, Steve Jobs fundó Apple –creadora de los smartphones más famosos de todos los tiempos–, que produjo una revolución en la comunicación móvil del mundo. Esa evolución, que parecía “imposible” en aquella época, ¡hoy forma parte de nuestra realidad!
De hecho, lo imposible existe hasta que alguien se dispone a realizarlo. A lo largo de la historia, encontramos personas que lograron realizar lo imposible cuando nadie lo esperaba, tenemos innumerables ejemplos de eso en la Sagrada Biblia.
Por lo tanto, si usted se encuentra ante una situación “imposible”, recuerde que, si tiene fe, aunque sea pequeña como un minúsculo grano de mostaza, tendrá lo suficiente para realizar lo inimaginable. Es decir, cuando esta fe se despierte, se volverá capaz de realizar lo imposible y, lo que era imposible de vislumbrarse, sucederá.
Los tres domingos de los imposibles
Los días 13, 20 y 27 de septiembre, en todos los templos de la Universal, se llevarán a cabo: Los Tres Domingos de los Imposibles. En este período, los que enfrentan situaciones, aparentemente, imposibles, clamarán a Dios para que realice lo inimaginable en sus vidas. Permanezcan atentos a los medios de comunicación de la Universal para recibir más información sobre este propósito de fe.