Un cambio de trabajo, la compra de la casa propia, la adquisición de propiedades, la constitución de una empresa, la compra de vehículos, la expansión de un proyecto, todos son objetivos que parecen lejanos para la mayoría de las personas. Un pequeño porcentaje de la población se dispone a enfrentar la realidad económica del país en pos de un avance económico. ¿Por qué sucede esto? Porque es más fácil adaptarse a la situación actual, buscar una alternativa que permita sobrellevar los gastos y nada más. Pocos son los que están decididos a terminar con esa situación de limitaciones y miseria, no acepte ser parte de este grupo. Tome las decisiones necesarias para que su situación se transforme independientemente del panorama que ven sus ojos físicos.
Cuando una persona está decidida a alcanzar un cambio en su vida económica necesita definir objetivos a corto, mediano y largo plazo. El problema radica en identificar cuáles son las estrategias para alcanzarlos, una alternativa es planificar en detalle las acciones a llevar a cabo, otra es armar un plan de acción concreto y una tercera, que nunca falla, es buscar la dirección de Dios para ejecutar una planificación basada en la fe.
Para usar la fe es necesario ser específico, determinar qué es lo que se quiere alcanzar y accionar para llevarlo a cabo. Además de buscar información sobre lo que desea alcanzar, debe capacitarse, porque las respuestas de la fe son superiores a las expectativas que se tienen en un comienzo. No espere más, participe del Congreso para el Progreso este lunes a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, y ponga en práctica su fe para alcanzar cosas grandes.
Ellos dijeron basta y conquistaron por la fe
Luis: “Con mi familia vivíamos de prestado, no teníamos nada, por lo que un pariente nos prestó un lugar para vivir. Yo no tenía trabajo y cuando conseguía uno, se me cortaba.
Hace un año y nueve meses que estoy firme participando de las reuniones del Congreso y de la Hoguera Santa y mi vida ha cambiado muchísimo. Hace cuatro meses que tengo mi propio emprendimiento en el área de construcciones y me va muy bien”.
Ramón: “Estaba en la miseria total, no tenía para comer, vivíamos en una casa de 4×5. Me iba al Mercado Central para juntar algo para comer. No tenía visión ni para salir a buscar un trabajo. Después de participar del Congreso y de la Hoguera Santa, gracias a Dios, tengo una casa grande, una pizzería y, además, soy encargado de una empresa en donde hace poco me aumentaron el sueldo”.
[related_posts limit=”17″]