‘Tengo un tatuaje y me gustaría retocarlo, pero después de mi conversión me pregunto si ésto no desagradará a Dios. Yo sé lo que la Biblia habla al respecto, pero no está muy claro y preciso en relación a ese asunto.’ Amiga
El tatuaje es más un producto de moda. Los famosos se lo hacen, y ahora todo el mundo quiere hacérselo también. Antes de escribir sobre lo que la Biblia habla acerca de eso, vamos a lo que yo pienso en particular sobre este asunto.
Primero:
¿A caso conseguirías usar la misma ropa el resto de tu vida? ¡Claro que no! Es eso lo que haces cuando te colocas un tatuaje en el cuerpo. Vas a tener que usarlo para el resto de tu vida… Que horror ¿no?
Segundo:
¿Será que los accesorios que usamos no son suficientes como para tener que tatuar nuestro cuerpo también para ‘adornarlo’? Sinceramente, los diseños son para plasmarlos en el papel, pared, otros objetos pero no en el cuerpo. Y para más inri, hay tatuajes que parecen más un grafiti que otra cosa.
Tercero:
¿Sabes para qué se coloca una tatuaje? ¡Para llamar la atención! Si quieres puedes colocarte también una sandía en la cabeza.
Como te habrás dado cuenta, el asunto me irrita… Vamos entonces a lo que la Biblia dice al respecto:
En el pasado, las personas tatúan sus cuerpos por muchas razones, originalmente demoníacas. Hasta hoy en el continente Africano, hay personas que tatúan sus cuerpos a los demonios, como protección. Te puedes imaginar entonces quién está por detrás de esa práctica…
En Levíticos 19, usted hay un versículo que habla sobre este asunto, pero lo más interesante es que está en medio de muchos otros asuntos que probablemente ya considerabas como algo malo: no respetar a los padres, idolatría, robo, mentira, falso testigo, blasfemia, odio, injusticia, chusmeria, discriminación, asesinato, venganza, adulterio, crueldad con animales, abuso sexual, y “No haréis sajaduras en vuestro cuerpo por un muerto, ni os haréis tatuajes; yo soy el SEÑOR. ”
Para mí está bien claro acerca de los tatuajes.
En aquella época, se hacía eso como culto a los dioses. Lo mismo sucede hoy, sólo que en el nombre de la ‘moda’. Las personas no se preguntan de donde viene esa práctica, sólo van y se lo hacen porque les gusta mostrar que son modernas, aventureras, interesantes, o sea, quieren llamar la atención.
Si Dios incluyó esa práctica junto con las otras tan horrendas, se sobre entiende que el tatuaje no es buena para ti. Observa como Él comienza ese capítulo en Levíticos: “Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo.”
Para ser santo, tienes que ser diferente.