Un estudio, publicado por la revista ‘The Lancet’, muestra que las imágenes ‘post-mortem’ pueden identificar la causa de la muerte en dos tercios de los casos presentados al médico forense, y que la tomografía computarizada (TC) es más precisa que la resonancia magnética (RM) para dilucidar la causa de la muerte en adultos.
Sin embargo, las causas comunes de muerte súbita -como la enfermedad coronaria- suelen pasar desapercibidas para la TC y la RM, lo que resultaría en errores estadísticos si estas técnicas sustituyeran a la autopsia convencional.
El estudio ha sido llevado a cabo por el profesor Ian Roberts, del Departamento de Patología Celular del Hospital John Radcliffe, en Oxford (Reino Unido), y sus colaboradores.
En el Reino Unido, existe preocupación por el gran número de autopsias practicadas y su eficacia; la imagen, al no ser invasiva, tiene el potencial de hacer frente a la necesidad de la realización de autopsias, pero su exactitud no se conocía. En este estudio, Roberts y sus colaboradores se propusieron identificar la exactitud de la TC y la RM ‘post-mortem’ en comparación con la autopsia tradicional en una larga serie de muertes de adultos.
La autopsia tradicional, que ha cambiado poco desde el siglo pasado, consiste en un examen externo y en la evisceración, la disección de los órganos principales para la identificación de patologías y lesiones macroscópicas, y la histopatología.
Los investigadores evaluaron 182 casos, y la TC y la RM se realizaron antes de la autopsia invasiva completa e informó a cada una de manera independiente.
Los radiólogos indicaron que la autopsia no fue necesaria tras la TC en un 34% de los casos, en un 48% de los casos tras la RM, y en un 48% de los casos tras el informe de consenso. De estos casos, las tasas de discrepancia importante en comparación con la autopsia fueron de 16%, 21% y 16%, respectivamente.
Según los autores, “cuando los radiólogos están seguros de la causa de muerte en las imágenes es definitiva, la tasa de discrepancia entre los diagnósticos radiológicos y la autopsia es menor, y podría ser aceptable desde un punto de vista médico-legal.
Utilizada antes que la autopsia, la tecnología de imagen puede evitar autopsias innecesarias, identificar lesiones de difícil diagnóstico, y ayudar a guiar la disección para la identificación de patologías que necesitan una mayor investigación. Por lo tanto, la imagen podría reducir el número de autopsias invasivas al mismo tiempo que mejora su calidad”.