Lejos quedaron las épocas en las que una familia podía acceder con facilidad a la realización del “sueño de la casa propia”. De acuerdo con los datos que se desprenden del Censo 2010 (el último realizado en el país), el 25,4% de los hogares, algo así como 3 095 312, sufre algún tipo de déficit de vivienda. A pesar de que en diez años la cifra se redujo en un 4,6% (según el Censo 2001, la cifra alcanzaba el 30%), el distrito donde menos avances se registraron fue la Ciudad de Buenos Aires, que pasó del 14,02% al 14,14%, apenas una reducción del 0,88%. En cambio, en provincias como Chubut (12,54%), Misiones (11,93%), Corrientes (10,95%) y Catamarca (10,61%), la mejora superó los diez puntos porcentuales.
Esta carencia habitacional refleja a las familias que viven en ranchos, casillas, pensiones, inquilinatos, locales, casas precarias o que poseen una vivienda de modo irregular (viven de prestado, en su lugar de trabajo o la ocupan ilegalmente).
Causas y consecuencias
Para entender la crisis habitacional es necesario analizar varios factores como la migración interna, el alto precio de los terrenos y las dificultades de acceso a un préstamo bancario.
Según un estudio elaborado por SEL Consultores, basado en la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, al año 2011 el 19,8% de los hogares era alquilado.
La caída en la oferta de préstamos hipotecarios hace que más gente pase a alquilar y, con una economía basada en la lógica de la oferta y la demanda, cuanta más búsqueda de alquileres haya, más caros serán los que se encuentren.
Hoy, no hay en el mercado préstamos que financien el 100% de la compra de la propiedad, todos rondan el 80% del valor del inmueble, y las condiciones inflacionarias del país hacen casi imposible el ahorro, pilar fundamental para juntar ese 20% que el banco no financia.
Esta situación lleva a que se produzcan incidentes como los de las pasadas semanas en Villa Lugano. Decenas de personas se instalaron en terrenos cercanos al Parque Indoamericano reclamando el cumplimiento de la Ley 1770, sancionada por la Legislatura Porteña en agosto de 2005, que establece el saneamiento y la urbanización del predio ubicado en la intersección de la calle Pola y la Av. Fernández de la Cruz, donde funciona el depósito de autos secuestrados de la Policía Federal. Según la ley, las viviendas sociales que se construirían en el predio serían para los habitantes de la vecina Villa 20.
Durante las primeras horas de la ocupación, vecinos de la Villa 20 se enfrentaron con los ocupantes, provocando la muerte de Osvaldo Soto, de 30 años, quien recibió dos disparos de bala durante la madrugada del 24 de febrero.
Si bien la justicia penal porteña ordenó en reiteradas ocasiones el desalojo de los ocupantes, al cierre de esta edición el predio permanecía ocupado, y la construcción de casillas precarias y el tendido de servicios avanzaban a buen ritmo en los casi 500 lotes que habían sido demarcados.
Negociaciones
Semanas atrás, los ocupantes habían aceptado una propuesta del gobierno porteño, que prevé censar a los involucrados en la toma para que luego la jueza, la Defensoría General de la Ciudad y la Asesoría Tutelar evalúen el grado de vulnerabilidad de las familias, a quién le corresponderá una vivienda social y a quién no.
Además, las autoridades están dispuestas a exigir a las empresas que resulten adjudicatarias de las obras que empleen a vecinos capacitados de los asentamientos en conflicto.
Sin embargo, los ocupantes rechazaron la propuesta que sí habían aceptado sus delegados.
Los usurpadores exigen que las viviendas se erijan por etapas, para que puedan permanecer en el predio mientras se realizan las obras. “Finalizados el saneamiento y la construcción de las viviendas en el sector (del predio) ocupado por la Policía Federal, las familias abandonarán el predio para habitar las viviendas. En el sector (entonces) desocupado, se iniciarán el saneamiento y la construcción de nuevas viviendas”, plantearon.
Mientras no haya soluciones de fondo para esta problemática, el techo propio seguirá siendo un sueño.
El Plan PROCREAR
El 12 de junio de 2012, se anunció la puesta en marcha del Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar (PROCREAR), que otorgará un total de 400 mil créditos en 4 años.
El Programa presenta líneas de crédito para la construcción, ampliación, terminación y refacción de viviendas. Además el Programa incorpora dos nuevas líneas para la financiación de la compra del terreno y posterior construcción de la vivienda así como la compra de vivienda nueva a estrenar. Los préstamos tienen un tope de 500 000 pesos y se financia hasta el 90% de la compra del inmueble. La adjudicación se realiza por sorteo, la cantidad de cuotas es de entre 240 y 360 (20 y 30 años) y es el Banco Hipotecario quien implementa el otorgamiento y cobro de los créditos.
Para obtener más información o adherirse al programa, basta ingresar a http://procrear.anses.gob.ar
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